lunes, 6 de abril de 2020

AVISTAMIENTOS DE AVUTARDAS (XXXIX)


Dentro del movimiento ecologista avutardiano se está fraguando una escisión. Algunas féminas militantes se han venido reuniendo aparte y han acordado que una reivindicación básica e irrenunciable del programa de conservación de la avutarda sea la separación entre sexos. Esta reivindicación descansa sobre el argumento de que el cortejo llevado a cabo por el macho de la avutarda es un acto del más deleznable machismo. 

Ante esto el resto del movimiento ha respondido negativamente. En primer lugar, argumentan- es absurdo pretender conservar una especie amenazada como la avutarda y al mismo tiempo negar la posibilidad de que se reproduzca, lo cual la condena inexorablemente a la extinción. Y en segundo lugar, -siguen argumentando- fomentar intrigas dentro del movimiento con argumentos tan peregrinos como ése solo conduce al debilitamiento de dicho movimiento.

Dicho esto, la escisión se da por hecho. Las avutardianas feministas disidentes acusan a la cúpula del movimiento avutardiano de machista y patriarcal. Por su parte, la cúpula del movimiento ecologista avutardiano acusa a las disidentes de anteponer el feminismo al ecologismo y de usar el primero para intentar copar de manera antidemocrática la cúpula del movimiento sin pasar por un proceso electoral. La polémica está servida.

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