lunes, 23 de febrero de 2015

MICHEL LEIRIS: EL SURREALISMO Y LA MIRADA SALVAJE

El jueves 26 de febrero a las 20:30 horas tendrá lugar una nueva edición de las Delicias Surrealistas, como siempre en la librería La Delicia de Leer (Juan Agapito y Revilla 10 de Valladolid). En esta ocasión la cita es con Michel Leiris (1901-1990).


Poeta, ensayista, novelista, escritor de relatos autobiográficos y etnógrafo, Leiris formó parte del grupo surrealista entre 1924 y 1929, introducido por el pintor André Masson. Durante estos años participó activamente en todas las manifestaciones y actividades del grupo escribiendo poemas y sueños, así como un curioso Glosario que inventa el sentido de las palabras mediante asociaciones insospechadas y sorprendentes, que fueron apareciendo en distintos números de La Révolution Surréaliste.

En 1929 abandona el grupo surrealista para fundar junto a Georges Bataille y Roger Caillois el Colegio de Sociología y la revista Documents. Sin embargo, la influencia del surrealismo fue permanente a lo largo de su vida: “En el surrealismo -dirá-, lo que me atrajo de entrada y de lo que nunca he renegado, es la voluntad que se manifestaba de encontrar en la poesía un sistema total”, subrayando lo que había en él de subversión de los valores dominantes. (La regla del juego, vol. III).


Precisamente la crítica de los valores dominantes, y animado por el deseo de exploración y de emancipación humanas, llevaron a Leiris a participar entre 1931 y 1933 en la expedición etnográfica Dakar-Yibuti, fruto de la cual surgió su libro El África fantasmal, uno de los textos fundamentales de la etnología del siglo XX. Y a esta actividad consagraría buena parte de su vida con ensayos y viajes a África, Antillas, China o Cuba.

Rebelde, inconformista, antidemagogo, colaboró con la Resistencia durante la ocupación nazi, se opuso posteriormente a la Guerra de Argelia y tuvo una participación activa en el movimiento de mayo de 1968.

Michel Leiris fue igualmente un gran conocedor del arte contemporáneo de su tiempo, consagrando numerosos ensayos sobre la obra de artistas como Bacon, Masson, Picasso, Giacometti o Joan Miró.

Un capítulo importante en su obra son sus relatos autobiográficos, contenidos en  Edad de hombre (1939) y en los cuatro volúmenes de La regla del juego (1948-1976), en los que entremezcla el relato de sus sueños, fantasmas, deseos y miedos.



En su poesía, compilada en Mots san mémoire, Haute mal suivi de Autres lancers y Langage tangage,  objetos y nombres están cargados de un sentido mágico y, entre la realidad y las exigencias de la vida, Leiris intenta una convergencia hacia un mundo en el que el sentimiento patético del destino humano, la obsesión de la muerte y el erotismo, y la búsqueda del “yo” a través de la “mirada salvaje” y de lo que él llamaba “lo sagrado cotidiano”, se expresan mediante una riqueza de imágenes extraordinaria. Su poesía es una exigencia hecha lenguaje, la transcripción de un esfuerzo por englobar al hombre en su totalidad: “Sólo veo en el uso literario de la palabra una manera de afilar la conciencia para vivir plena e intensamente”.



Demasiado tarde

Demasiado tarde
es la muerte de los tarots
la muerte de las piedras preciosas y las escalas salvajes
muerte de los relojes de la luz
hundimiento de los engreídos escaparates
muerte de las antiguas arrugas en las humanas frentes
cuyos relieves agrietan la tierra
muerte de los muertos agitados por la acritud de los sobresaltos
muerte de los rostros tejidos con hilos de humo
muerte de las cartas cerradas en el vientre de los buzones
muerte de la maquinaria que mueve los barcos
muerte de los burdeles de clavados postigos en cada clavo una gota de sangre menstrual
muerte de los monstruos marinos
apestosas playas
arenales que remueve el dedo de un fantasma
muerte de las algas voladoras que trazan algebraicos signos sobre el frontón de las olas
cuando las escamas se extienden en columnas
muerte de las cadenas amarradas al suelo con argollas
grieta de hielo entre cielo y tierra
ruptura de contrato fin de la clausura
muerte de los sordo-mudas-ciegos
incendio de muletas
muerte de sangrantes mordiscos
muerte de los peñascos
de los labios
de los enamorados
muerte del amor de los astros
muerte de la mirada
muerte de la muerte
demasiado tarde

Michel Leiris: Poemas (Madrid: Visor, 1984)

domingo, 22 de febrero de 2015

BOMBA por Gregory Corso

[Biografía de Gregory Corso aquí.]

Graffiti de Banksy


Motor de la Historia Freno del Tiempo Tu Bomba
Juguete del universo Los más Grandioso de lo arrebatado al cielo No puedo odiarte
¿Acaso odio al travieso rayo la quijada de un asno?
La gibosa maza de Un Millón A.C. la Maza el látigo el hacha
La Catapulta Da Vinci el tomahawk de Cochise el trabuco de qué chispa de Kidd la daga de Rathbone
AH y la triste y desesperada pistola de Verlaine Pushkin Dillinger Bogart
Y acaso no tenía S. Miguel una ardiente espada San Jorge una lanza David una honda
Bomba eres tan cruel como el hombre te hace y no más cruel que el cáncer
Todos los hombres te odian ellos preferirían más morir de un accidente de coche de un rayo ahogados
Cayendo desdes una azotea la silla eléctrica un ataque de corazón vejez vejez Oh Bomba
Preferirían más morir de cualquier cosa que no fueras tú El dedo de la Muerte trabaja por si mismo
No es tarea del hombre decidir si explotas o no la Muerte hace muy que ha distribuido su
azul categórico Te canto Bomba extravagenate de la Muerte jubileo de la Muerte
Gema del más supremo azul de la Muerte El aviador estrellará su muerte será diferente
de la del escalador que caerá morir por una cobra no es morir por un cerdo en mal estado
Algunos mueren por la humedad de algunos mares algunos por el hombre de cabellos espesos en la noche
Oh hay muertes como brujas de Arc Scarey muertos como Boris Karloff
Muertos sin sentimiento como nacimientos muertos muertes sin pena como el viejo dolor de Bowery
Muertos abandonados como los de la Pena Capital muertos majestuosos como los senadores
Y muertos impensables como Harpo Marx chicas de las portadas de Vogue de mi propiedad
No sé como es de horrible la muerte por la Bomba sólo me lo imagino
Aun así ningun muerto que conozca tiene una preview tan ridícula que yo vea
una ciudad la ciudad Nueva York vertiendo ojos asustados en el refugio del metro
Cuentas y cuentas una torpeza de la humanidad de Altos tacones doblados
Los gorros vuelan La juventud olvidando sus peines
Señoras sin saber qué hacer con sus bolsas de la compra
Impertérritas máquinas de chicle Todavía peligroso el tercer raíl
Los hermanos Ritz del Bronz atrapados en el tren A
El poster sonriente de Schenley siempre sonreirá
Traviesa muerte Bomba Sátira Muerte Bómbica
Tortugas explotando sobre Estambul
Las garras voladoras del jaguar
que rápidamente se hundirán en la nieve ártica
Pingüinos lanzados contra la Esfinge
En lo alto del Empire State
clavado en un campo de brócoli en Sicilia
Eiffel modelada como una C en los Jardines de Magnolia
Santa Sofia descascarillándose sobre Sudán
Oh Muerte atlética Bomba Deportiva
los templos de los tiempos primeros
sus grandes ruinas cesadas
Electrones Protones Neutrones
juntando cabellos de las hespérides
andando por el doloroso golfo de Arcadia
uniendo timoneles de mármol
entrantando en el anfiteatro final
con sentimiento de himnodia de todas las Troyas
proclamando antorchas de cipreses
de carreras de plumas y banderas
y todavía conociendo a Homero con una huella de gracia
He aquí el equipo visitador del Presente
el equipo local del Pasado
La lira y la tuba acopladas juntas
Escucháis la salchicha soda olivas uva
gala galaxia vestida y uniformada
comisario Oh los felices stands
Raíz etérea y vítores y silbidos
La asistencia billonaria sin precedentes
El pandemonium zeusiano
Hermes compitiendo con Owens
La pelota ensalivada de Buda
Cristo expulsado por tres strikes
Lutero escabulléndose a la tercera base
Muerte de Planetario Hosanna Bomba
El chorro se levantó al final Oh Bomba de Primavera
Ven con tu túnica de dinamita verde
desamenaza el inviolado ojo de la Naturaleza
Delante de tu enrevesado pasado
Detrás tuyo el llamativo Futuro Oh Bomba
Atada dentro l’aire herboso de trompeta
como el zorro del grito del cazador
tu campo el universo tu valla el geo
Salta Bomba Atada Bomba retoza en zig zag
Las estrellas un enjambre de abejas dentro tu bolso de fiesta
Engancha ángeles en tus pies de jubileo
ruedas de luz de lluvia sobre tu asiento entarimado
Tú estás listo y contempla tú estás listo
y los cielos están contigo
Hosanna creciente calor glorioso conexión
BOMBA Oh destrucción antifonia grieta fusa BUM
Bomba señala al infinito un horno repentino
desperdiga tu multitudinario y conseguido barrido
muestra agenda espeluznante
Estrellas carroñeras planetas osarios carcasas de elementos
Cadaveriza el universo he, he, he! brincando con-el-dedo-en-la-boca
sobre su larga larga muerte Ni
Desde tu aligerado y envuelto ojo espasmódico
exhaustos diluvios de celestiales espíritus
De tu apelacional matriz
vomita ráfagas de grandes gusanos
Rasgate la barriga Bomba
de tu barriga derraman saludos buitrales
Adelante batalla tus dedos adornados con muñones de hiena
a lo largo del cariz del Paraíso
Oh Bomba Oh el definitivo Flautista
tanto el sol como la luciérnaga bailan el último vals de tu choque
Dios abandonado ridículamente desnudado
bajo su delgado apocalipsis salpicado de falso talco
No puede sentir tus aflautadas
feliz-el-día profanaciones
Es derramado sordo dentro de la oreja verrugosa del Silenciador
Su Reino una eternidad de cera cruda
Atascados trompetazos lo desentrompen
Angeles lacrados lo descanten
Un Dios sin Trueno Un Dios muerto
Oh Bomba tu BUM Su tumba
Que me tumbe cabeza adelante sobre una mesa de ciencia
un astrólogo interesándose en prosa de dragon
medio entendido en guerras bombas especialmente bombas
Que somos incapaz d’odiar aquello que es necesario amar
Que no puedo existir en un mundo que consiente
un niño en un parque un hombre muriendo en una silla eléctrica
Que soy capaz de reir de todas las cosas
todo lo que sé y todo lo que no sé por para así ocultar mi dolor
Que digo que soy un poeta y por eso amo a todo el mundo
a sabiendas de que mis palabras son la conocida profecía de todos los hombres
y mis no palabras no menos que un barco conocido
Que soy múltiple
un hombre que persigue las grandes mentiras de oro
o un poeta vagando entre cenizas brillantes
o aquello que yo imagino de mi mismo ser
un sueño de tiburón dentado un comedor de sueños
No necesito ser un sabiondo sobre bombas
Felizmente porque si sintiera que las bombas fuesen orugas
no dudaría que se volverían mariposas
Hay un infierno para las bombas
Son allá las veo allá
Se sientan en pedazos y cantan canciones
sobretodo canciones Alemanas
y dos canciones Americanas muy largas
y ellos desearían que hubieran más canciones
especialmente canciones Rusas y Chinas
y algunas más canciones Americanas muy largas
Pobre pequeña Bomba que nunca será
una canción Esquimal que quiero
Quiero poner un chupachup
dentro de tu boca curvada
Una peluca rizada y rubia sobre tu pelada habichuela
y hacerte brincar conmigo como Hansel y Gretel
a lo largo de las pantallas de Hollywood
Oh Bomba en la cual todas las cosas preciosas
morales y físicas participan ansiosamente
Oh copo de hada cosechado desde el
árbol más grande del universo
Oh trozo del cielo que ofrece
tanto a la montaña y al hormiguero un sol
Estoy derecho ante tu fantástica puerta de lirio
te llevo de rosas Midgardian almizcle Arcadia
Reputados cosméticos de las muchachas del cielo
Dame la bienvenida no tengas miedo de abrir tu puerta
ni la gris memoria de tu fantasma frío
ni los chulos de clima indefinido
su cruel deshielo terrestre
Oppenheimer está sentado
en el oscuro foco de Luz
Fermi está seco en la Mozambique de la Muerte
Einstein su boca de mito
una corona de pies de cabra sobre la cabeza del calamar lunar
Déjame entrar Bomba levántate desde este rincón preñado de ratas
no tengas miedo de las escobas levantadas ni de las naciones del mundo
Oh Bomba te quiero
Quiero besar tu repiqueteo metálico comer tu bum
Tú eres un canto de gloria un cénit del chillido
un lírico sombrero del Señor Trueno
Oh haz resonar tus rodillas de tanque
BUM BUM BUM BUM BUM
BUM vosotros cielos y BUM vosotros soles
BUM BUM vosotros lunas vosotros estrellas BUM
vosotros noches BUM vosotros días vosotros BUM
BUM BUM vosotros vientos vosotros nubes vosotros lluvias
Hizo BANG vosotros lagos vosotros océanos BING
Barracuda BUM y puma BUM
Ubangui BANG orangután
BING BANG BONG BUM abeja oso babuino
vosotros BANG vosotros BONG vosotros BING
la cola la aleta el ala
Sí Sí entre nosotros una bomba caerá
Las flores botarán de placer por sobre sus doloridas raíces
Los prados se arrodillarán orgullosos bajo los aleluyas del viento
Florecerán Bombas rosa Bombas de alce revivirán sus orejas
Ah muchas bombas ese día dedicarán al pájaro una mirada amable
A pesar de todo no es necesario decir que una bomba caerá
o incluso afrontar que el fuego celestial se apaga
Sabed que la tierra hará una madona de la Bomba
que en los corazones de los hombres que vienen más bombas nacerán
bombas magistrales envueltas en armiño todas maravillosas
y se sentarán cataclac sobre los imperios gruñones de la tierra
feroces con mostachos de oro

domingo, 1 de febrero de 2015

GREGORY CORSO: DE 'GASOLINA' A 'BOMBA' O EL SURREALISMO A GOLPES

[AVISO: por razones de fuerza mayor el acto entorno a la figura poética de Gregory Corso queda aplazado hasta el próximo jueves 12 de febrero. Rogamos disculpen la molestias.]

El próximo jueves 5 de febrero, un piojo eléctrico un tanto gamberro, macarra y hasta neoyorkino nos invita a conocer al italoamericano Gregory Corso. Será como siempre hacia las 20:30 en La Delicia de Leer.

Allen Ginsberg y Gregory Corso

Gregory Nunzio Corso (Nueva York, 1930-2001), hijo de emigrantes italianos, vivió con padres adoptivos una infancia y adolescencia difíciles, en que incluso conoció la cárcel. Durante su reclusión leyó de manera intensa, especialmente la obra de Percy B. Shelley y Rimbaud.  Fue un poeta precoz, y el más joven de la llamada generación Beat, amigo incondicional de Allan Ginsberg.

Su poesía está marcada por el informalismo de los beat, pero aderezada de un fuerte humor corrosivo contra las convenciones y conceptos tradicionales, incluyendo el basto mundo de Nueva York y del resto del planeta, con su historia y sus culturas, en un abigarrado fraseo jazzístico en el que abundan magistrales golpes de imágenes surrealistas. Es sin duda el más surrealista del grupo, tanto por la práctica del automatismo en su escritura como por su ironía caústica, pero ante todo, por su actitud vital, que le llevó embarcarse en todo tipo de viaje alucinógeno mediante psicotrópicos varios.

En vida publicó entre otros títulos: The Vestal Lady on Brattle (1955), Gasoline (1958), The Happy Birthday of Death (1960), Long Live Man (1962), Elegiac Feelings American(1970), Herald of the Autochthocnic Spirit (1981) y M.I.N.D.F.I.E.L.D. (1989).

Por desgracia, y como sucede muy a menudo en nuestros lares, su obra poética está sólo parcialmente traducida: La dama vestal de Brattle, Gasolina y otros poemas, y El feliz cumpleaños de la muerte (que incluye su famoso poema “Bomba”).

Muchos de sus poemas tienen como tema central un concepto o idea (Amor, Amistad, Matrimonio, Bondad) con los que juega de forma contradictoria e hilarante, hasta alcanzar su vaciamiento ideológico. En otros muchos, sin embargo, lo cotidiano se torna simplemente sorprendente:

VINISTE LA PASADA TEMPORADA

Viniste e hiciste caramelos de perra gorda con tus pulgares
Yo te robé y te comí
Y mis pies aplastaron tus envolturas
en un millar de calles
Tú heriste mis dientes
Tú pusiste granos en mi cara
Tú no hiciste nada por la salud
Tú nunca fuiste demasiado vitamínica
Tú ensuciaste manos
Y como eras más pegajosa que la goma
Tu señal nunca se quitó
Tú manchaste una barbaridad.



Gregory Corso. Gasolina y otros poemas. 
Producciones Editoriales, 1980. Traducción 
de Diego A. Manrique. Portada y 
contraportada: Jordi García.