miércoles, 24 de diciembre de 2014

PÁJARO HERMÉTICO por Philip Lamantia

[Biografía de Philip Lamantia aquí]

Philip Lamantia, eslabón perdido entre el 
surrealismo y la generación Beat


Este cielo ha de ser abierto
este cuerpo expoliado ha de ser amado
este fanal ha de ser atado
alrededor de los colmillos de  tu corazón

Perdido sobre un puente
atravesando océanos de tragedia
a través de islas de vírgenes inflamables
estoy de pie
con mis plumas enredadas en tu ombligo
con mis opalescentes alas en la noche
y grito palabras oídas mañana
en una pequeño carreta de campesino
del siglo diecisiete

Exhalación a exhalación
la vasija en el sepulcro
se rompe para dar a luz a una Esfinge errante
tiembla, dulce pájaro, dulce león
hambre para ti
hambre para tu madre

Los niños en las lámparas
juegan con nuestro pelo
se columpian sobre el vacío

He aquí un paisaje en llamas
He aquí caballos húmedos por el agrio fluido de las mujeres

En los pilares de la nicotina
la palabra placer es borrada por la lengua de un perro
en los pilares los cuerpos son abiertos por llaves
las llaves atornilladas a mi cama
para ser tocadas al amanecer
para ser usadas en un sueño

Si  se oye un solo sonido más
los niños saldrán para asesinar
en el fondo del lago
en el fondo del lago

Si los niños asesinan
los búhos harán sangrar
a los hombres disolutos
que desfilan en los sótanos del sol

Cuando la columnas se precipiten en el mar
con un estruendo que involucre a profecías y locos
juntos en una pequeña cuna
elevada en las túnicas del deseo
y con nuestras bocas abiertas para las estrellas
aullando para que los castillos se derritan a nuestros pies
tú y yo
montaremos sobre los pechos de nuestra madre
que no conoce a nadie
que naciera de pájaros desconocidos
para siempre en silencio
para siempre en sueños

para siempre en el sudor del fuego

De Touch of the Marvelous (1943)


(Traducción: Sorrow)

Ilustración de Franklin Rosemont

miércoles, 3 de diciembre de 2014

ÚLTIMA DELICIA SURREALISTA 2014: NADJA, LA BELLEZA CONVULSA

El próximo jueves 11 de diciembre, a las 20:30 horas en La Delicia de Leer (Juan Agapito y Revilla 10 de Valladolid) tendrá lugar la última Delicia Surrealista del año que acaba.  Y por designio del piojo eléctrico esta última sesión del 2014 se enlaza con la primera sesión, que tuvo lugar el primer jueves del mes de mayo y trató sobre  “André Breton, por supuesto o el automatismo como inspiración“.

“La Flor de los amantes” (dibujo de Nadja)

Sobre Nadja se ha escrito mucho y variado, desde que André Breton lo escribiera en 1928, y revisara posteriormente en 1962. El texto, por fortuna no demasiado largo, aunque no precisamente de lectura fácil, comienza con una interrogación socrática:

“¿Quién soy yo? Como excepción podría guiarme por un aforismo: en tal caso ¿por qué no podría resumirse todo únicamente en saber a quién “frecuento”? Debo confesar que este último término me desorienta puesto que me hace admitir que entre algunos seres y yo se establecen unas relaciones más peculiares, más inevitables, más inquietantes de lo que yo podía suponer.”

Y finaliza con una máxima, principio o fórmula metapoética:

“Un poco en cualquier dominio, el entendimiento se atribuye derechos que no posee. La belleza, ni dinámica ni estática. El corazón humano, hermoso como un sismógrafo. Majestad del silencio… (…) La belleza será convulsiva o no será.”

Entre el interrogante -que nos coloca en la intersubjetividad- y el enérgico aforismo final – que quiere resumir un proceso de creación vital- hay un encuentro fortuito que es indagación y una investigación que es deslumbramiento circunstancial, cuajado todo ello de disgresiones políticas, estéticas y psicológicas, de crónica documental (dos meses conversando con Nadja), y de ilustraciones y fotografías que son párrafos visuales de mismo texto. Todo ello nos invita a dejarnos mecer por la sorpresa, las conexiones de lo maravilloso, y el drama de su choque con la realidad.

“Un retrato simbólico suyo y mío…” (dibujo de Nadja)

Nadja no es propiamente novela, ni ensayo, ni documental, ni poesía, ni falta que le hace, pero al ser ciertamente un poco de todo ello, André Breton creó uno de los textos antiliterarios más germinales y radicales del siglo XX, que es una permanente invitación a hacer del arte, vida y del vivir una creación artística, contra todo orden, ley y jerarquía social, política o estética.

“Esta es la historia que, yo también, cedí al deseo de contarte a ti,cuando apenas te conocía, a ti que ya no puedes acordarte, pero que habiendo conocido el comienzo de este libro, como por azar, has influido en mí tan oportuna, tan violenta y tan eficazmente, sin duda para recordarme que lo deseaba “abierto como una puerta batiente” y que por esa puerta nunca vería, sin duda, entrar a nadie más que a ti. Entrar y salir más que a ti. A ti que, de todo lo que llevo dicho en esta obra, no habrás recibido más que un poco de lluvia en tu mano levantada hacia “los amaneceres”. A ti, que tanto me haces lamentar que haya escrito esa absurda e irrevocable frase sobre el amor, “tal y como sólo puede ser a toda prueba”. A ti que, para todos los que me escuchan, no debes ser una entidad sino una mujer, a ti que sobre todas las cosas eres una mujer, a pesar de todo lo que me ha influido y lo que me influye en ti para que te considere la Quimera. A ti que haces admirablemente todo lo que haces y cuyas espléndidas razones, que yo no considero en los confines de la locura, relampaguean y caen mortalmente como el rayo. A ti, la criatura más viva, que no pareces haber sido puesta en mi camino sino para que experimente en todo su rigor la fuerza de lo que conservas intacto en ti. A ti que sólo de oídas conoces el mal. A ti, claro está, idealmente bella. A ti, que todo conduce al alba y que, por eso mismo, quizás ya no vuelva a ver nunca más…”

martes, 18 de noviembre de 2014

AIMÉ CÉSAIRE, SURRREALISTA SELVÁTICO, EN LAS "DELICIAS SURREALISTAS"

Que el surrealismo poético no es algo monolítico y uniformizado lo demuestra la escritura exuberante de Aimé Césaire, poeta de la isla de la Martinica. Su obra vibrante, colorista y cósmica supo tomar el pulso al feroz paisaje del trópico con su exótica flora y fauna, sus inmisericordes volcanes y sus caudalosos ríos. El latir selvático de la madre África corre por las venas de sus amplísimos versos que a veces se embalsan para formar enormes párrafos de texto automático que rompe el corsé de la puntuación para saltar por los aires en una supernova de imágenes delirantes. La escritura automática en su vertiente más selvática. El surrealismo adaptado al trópico y enraizado en el fértil humus de la cultura africana.

Pero además Césaire fue un luchador social contra el colonialismo y sus empobrecedoras consecuencias para los pueblos del llamado entonces Tercer Mundo. En efecto, el poeta martiniqués intentó unir a la población negra francófona alrededor del concepto de la “negritud”, un concepto inventado por él y con el cual reivindicó la dignidad de la cultura negra africana ninguneada por los colonizadores europeos. Harto conocido es el hecho de que Césaire era amigo del que fuera presidente de Senegal, el también poeta Leopold Sengor, con quien compartía el ideal de la defensa de la “negritud”. Ligado en sus orígenes al Partido Comunista Francés, dejó el partido para centrarse en su lucha contra el colonialismo y llegó a ser alcalde de la capital del Departamento de la Matinica para el cual pidió una autonomía a París. Su legado político sigue vivo hoy día en la lucha de los BRICS contra el orden mundial dominado por occidente.


De este telúrico poeta martiniqués se disertará en la enésima (el Piojo Eléctrico ya ha perdido la cuenta) Delicia Surrealista el jueves 27 de noviembre a las 20.30 en la librería de la Delicia de Leer (c/ Agapito y Revilla, 10, Valladolid). Quien quiera oír cómo ruge la marabunta en lo más profundo del poema puede dejarse caer por allí.


BLUES DE LA LLUVIA 
por Aimé Césaire

Aguacero
Bello músico
Al pie de un arbol desvestido
Entre las armonias perdidas
Cerca de nuestras desencuadernadas memorias
Entre nuestras manos de derrota
Y pueblos de extraña fuerza
Dejamos colgar nuestros ojos
Y naciente
Desenrollando el cordon de un dolor
Sollozamos.


"Luz de la selva" por Wifredo Lam

jueves, 13 de noviembre de 2014

MÁS HUMOR EN LAS "DELICIAS SURREALISTAS"


Este jueves 13 de noviembre a las 20.30h en la librería La Delicia de Leer (C/ Juan Agapito y Revilla, 10, Valladolid), las Delicias Surrealistas vuelven con el humor negro del surrealismo. El piojo eléctrico no tuvo suficiente dosis de escojono y risotada el jueves anterior, y dice que necesita más chute sátiro-orínico para aguantar el invierno que se acerca.

Entretanto, el piojo eléctrico se complace en obsequiarles con este poema:

SER BUENO por Achille Chaveé

Un elefante paseaba por mi cocina
le dije muy cortésmente
no estás aquí en casa de un comerciante
de porcelana
estás en casa del poeta
aprende a conducirte
y desapareció
con prudente delicadeza

Un elefante blanco esta vez
cosa rara
pasea por el corredor
y yo le digo
no estás en casa de un energúmeno
y he aquí que me contesta
perdón señor poeta perdón

Creyendo
que había terminado con los elefantes
voy a mi dormitorio
Por principio
miro debajo de la cama
usted bien sabe qué valor tienen las palabras
una vez más encuentro aquí un elefante

No me enojé
tampoco creí en una broma
le dije
ven a mi cama viejito
ven a dormir conmigo
cada día trae sus problemas
te reconozco los beneficios del derecho de asilo
y entonces me dormí
tranquilamente







lunes, 27 de octubre de 2014

CORAZÓN A CORAZÓN por Pierre Reverdy

[Poeta francés nacido en Narbona el 13 de septiembre de 1889. Inició estudios primarios en su pueblo natal y en Toulouse. A los veinte años,  movido por sus inquietudes literarias, se trasladó a Paris y se instaló en Montmartre  donde trabajó como corrector de imprenta, y se relacionó con los personajes más importantes del arte y la literatura, como Picasso, Apollinaire, Aragon, Breton, Tzara, y otros. Como inspirador del movimiento surrealista, fundó con sus   amigos  la Revista Nord-Sud,  dedicada también al cubismo. En 1926, convertido al catolicismo, se retiró cerca a la Abadía de Solesmes donde continuó las producción poética y produjo la mejor parte de su obra: "Sources du vent", "Ferraille" y "Le chant des morts". Falleció  en Solesmes  el 17 de junio de 1960.

(Extraído de A media voz)]

Pierre Revedy, el hombre que concibió el poema 
como un maravilloso puzzle.


Por fin heme de pie
He pasado por ello
Alguien pasa también por ello ahora
Como yo
Sin saber dónde va

Yo temblaba
Al fondo del cuarto el muro era negro
Y temblaba también
Cómo pude franquear el umbral de esa puerta

Se podría gritar
                   Nadie oye
Se podría llorar
                           Nadie comprende

Encontré tu sombra en la oscuridad
Era más dulce que tú misma
Otrora
Estaba triste en un rincón

La muerte te ha traído esa tranquilidad
Pero hablas hablas todavía
Querría dejarte
Si solo viniera un poco de aire
Si el exterior nos permitiera aún ver claro
Nos asfixiamos
El techo pesa sobre mi cabeza y me empuja
Dónde ponerme dónde partir

No tengo bastante sitio para morir
Dónde van los pasos que se alejan de mí y que escucho
Allá lejos muy lejos
Estamos solos mi sombra y yo
La noche desciende

De  "El tragaluz oval"  1916
Versión de César Moro

Hombre en un café de Juan Gris

viernes, 24 de octubre de 2014

MANIFIESTO CANÍBAL DADÁ por Francis Picabia

[Biografía de Picabia, aquí]

Francis Picabia, un caníbal de la poesía

Son todos ustedes acusados; levántense. El orador no puede hablarles sino están ustedes de pie.

De pie como ante La Marsellesa.
De pie como ante el himno ruso.
De pie como ante el God save the King.
De pie como ante la bandera.
En fin, de pie ante DADÁ, que representa la vida y les acusa a ustedes de querer lo que sea por esnobismo, siempre y cuando cueste caro.

¿Se han sentado todos de nuevo? Tanto mejor, de esta manera podrán escucharme con mayor atención.

¿Qué hacen ustedes aquí, hacinados como ostras serias? Porque ustedes son serios, ¿no es así?

Serios, serios, serios hasta la muerte.

La muerte es cosa seria, ¿eh?

Uno muere como un héroe o como un idiota, que es lo mismo. La única palabra que no es efímera es la palabra muerte. Quieren ustedes la muerte para los otros.

A muerte, a muerte, a muerte.

Sólo el dinero no muere, se va sencillamente de viaje.

Es el Dios, aquel al que se respeta, el personaje serio – dinero respeto de las familias. Honor, honor al dinero: el hombre que tiene dinero es un hombre honorable.

El honor se compra y se vende como el culo. El culo, el culo representa la vida como las patatas fritas, y todos ustedes que son serios, todos ustedes olerán peor que la mierda de vaca.

DADÁ, por su parte, no huele a nada, no es nada, nada, nada.

Es como sus esperanzas: nada.
Como sus paraísos: nada.
Como sus ídolos: nada.
Comos sus políticos: nada.
Como sus héroes: nada.
Como sus artistas: nada.
Como sus religiones: nada.
Silben, griten, rómpanme la jeta, ¿y luego? ¿luego qué? Una vez más diré que son ustedes unos tontos. En tres meses, mis amigos y yo les venderemos nuestros cuadros por algunos francos.

viernes, 17 de octubre de 2014

LOS ELEFANTES SON CONTAGIOSOS. Las delicias del humor surrealista.


El jueves día 30 de octubre en las Delicias Surrealistas el piojo eléctrico inspirará una disertación sobre el humor en el surrealismo. Como heredero del espíritu subversivo de las vanguardias del primer tercio del siglo XX el surrealismo hizo del humor un arma para subvertir la realidad cotidiana, una realidad conservadora y gris que había hecho posible que la sociedad europea se deslizara dócilmente hacia la sangría de la Gran Guerra. El sentido del humor defendido por el surrealismo fue llamado por Breton "humor negro" y a él dedicó una antología, con la cual demostró que dicha interpretación de lo humorístico había sido una constante del arte y la literatura más inconformistas a lo largo de los siglos. El humor negro nace del espíritu lúdico e iconoclasta del surrealismo que experimenta con la unión de realidades lejanas (esa "Unión libre" que exaltó  Breton en un célebre poema) con resultados ora oníricos y deslumbrantes, ora disparatados e irreverentes. Ante todo, en el centro de esta concepción humorística del arte y la literatura está la revalorización del absurdo como antídoto frente a la estrechez de miras del racionalismo burgués y a la esterilidad del arte academicista. Dejemos pues que en la fecha más arriba señalada el piojo eléctrico se ría a mandíbula batiente de lo más sagrado. Emplazamos a todo aquél interesado en el tema a que se pase por la librería La Delicia de Leer (C/ Juan Agapito y Revilla, 10). Se ruega acudir bien provisto de actitud sacrílega.




"Soy capaz de matar a mi padre
si mi padre flotara
y yo necesitara una balsa
con la forma de mi padre
para flotar en las aguas

Soy capaz de matar a mi hermana
si necesitara sangre roja
para pintar su corazón

Soy capaz de matar a mis dos hijos
si hubiera que sustraerlos a la escuela
para que no supieran jamás
la regla de los participios

Soy capaz de matar a Dios
si tuviera que morir
a fin de que me perdone
y de que entienda que matar es tan sólo una costumbre"

"Idea Fija" por André Frederique




[A continuación dejo el texto en el que se apoyó mi disertación:]

LOS ELEFANTES SON CONTAGIOSOS. Surrealismo y humor.

El humor es una de las herramientas que usa el surrealismo para subvertir la realidad cotidiana. No hay nada que soporte menos la sociedad conservadora que el ataque a los dogmas sociales sobre los que se erige. Y eso siempre lo han tenido presente los surrealistas.

El surrealismo es, en este sentido, heredero de las vanguardias, especialmente de Dadá, y es en este punto antirromántico. El romanticismo cultivó lo grandilocuente y lo melodramático y consideró el humorismo en el arte y la literatura como algo menor, algo frívolo y superficial. El surrealismo revalorizó lo humorístico. De ahí que Breton afirmara que una de las cosas que no perdonaba a Rimbaud era su falta de sentido del humor; Rimbaud, en efecto, aunque anunciara en muchas cosas las vanguardias no dejaba de ser un epígono de la ampulosidad del romanticismo. El surrealismo consideró el humor como algo sublime y lo cultivó con pasión gamberra. Gente como Benjamin Peret, Marcel Duchamp, Man Ray, Gisele Prassinos, Leonora Carrington, Louis Aragon, André Frederique, etc. fueron grandes maestros del humor.

El humor del surrealismo no es cualquier humor. Es un tipo de humor que Breton llamó "humour noir" y que no coincide en su traducción exactamente con lo que se venido llamando en español "humor negro". El humor negro al que aludía Breton no se refería al humor que expresamente se burla de ciertos tabúes como la muerte sino un humor que nace de lo aleatorio, del azar, de la unión insólita e inédita entre realidades que habitualmente están alejadas unas de otras. Este proceso se produce en un escenario de total libertad en el que toda mordaza moral o racional ha sido pulverizada. Y es ese elemento lúdico e iconoclasta heredado de Dadá y su gusto por reducir la realidad a recortes de papel, meterlos en una bolsa y extraerlos al azar para re-hacer una realidad distinta, es ese elemento, digo, el que habría que añadirle a la expresión española "humor negro" para que alcance su pleno sentido bretoniano o surrealista.

Otro aspecto que se infiere del carácter fortuito y libre del humor surrealista es la exaltación de “lo absurdo”. Esta exaltación de lo absurdo conecta perfectamente con la exploración surrealista de lo irracional y lo inconsciente. Pero también sirve como antídoto contra la estrechez de miras del racionalismo burgués que se ha arrogado la capacidad de decidor sobre qué es de buen gusto y qué no así como contra la esterilidad del arte academicista con su tendencia al inmovilismo de la reglamentación.

Pero este tipo de humor no es algo nuevo que naciera con Breton y sus teorizaciones artísticas y literarias. Breton se dedicó a recoger textos de diversos autores en diversas lenguas y de diversos siglos (La Antología del humor negro) en los que este humorismo libre e irreverente ha campado por sus fueros. Desde el estrafalario sarcasmo de un Jonathan Swift, hasta la  sacrílega farsa de un Jarry, pasando por la exquisita ironía dandística de un De Quincey. Y aquí habría que mencionar que uno de los precedentes más remotos del humorismo surrealista sin las fatrasies francesas de la Edad Media, unos poemillas que cultivaban el absurdo y el disparate y que a menudo contenían burlas a las autoridades (especialmente al clero) y todo tipo de procacidades, siendo Peret uno de los más influidos por esta vena poética entre los surrealistas franceses. También en esta línea hay que citar las nursery rhymes infantiles en la cultura anglohablante, poemas infantiles en los que el cultivo a ultranza de la rima y la aliteración desemboca en líneas disparatadas y fantásticas. Y aquí habría que recordar que Desnos fue escritor de poemas y cuentos para niños y que buena parte de su obra para adultos tiene una fuerte influencia del cuento infantil tradicional. En concreto cabría citar un célebre poema de Desnos (que fue convertido en canción por Juliette Greco) a una hormiga gigante (“una hormiga de dieciocho metros, con un sombrero en la cabeza, no existe, no existe…”).

Ahora bien ¿cómo crea ese humor libre, aleatorio y disparatado el surrealismo?

a. Unas veces el surrealismo dota de cualidades humanas a objetos, que se mueven e incluso hablan. Pedro Cabrera lo hizo con un albornoz a rayas. O Espinosa con un sombrero abandonado  o un rayo que cae del cielo.

b. Otras veces un animal es el que se comporta como una persona. Esto se puede ver en “El tigre mundano” de Jean Ferry o en “La debutante” de Leonora Carrington, donde un tigre y una hiena respectivamente visten e incluso hablan como seres humanos.

c. A veces es una parte del cuerpo humano la que tiene vida independiente. Así en “El enamorado” de Leonora Carrington encontramos que cuando el protagonista del cuento llama a la puerta de una casa… “Finalmente una vieja cabeza se asomó por la ventana y dijo: “No sé nada. Aquí el patrón es el zorro. Déjeme dormir: usted me fastidia.”

d. También lo escatológico contribuye al humor en el surrealismo pero de una manera distinta a como lo hace en el realismo sucio donde deliberadamente se busca escandalizar al lector, algo que es absolutamente cansino y previsible. En el surrealismo lo escatológico irrumpe por sorpresa y su capacidad de iluminar áreas grotescas de la realidad antes nunca vistas es mucho mayor. Por ejemplo, el poema de Aldo pellegrini “La necesidad de la máquina de calcular” acaba: “…y calcular la distancia del hombre implacable / que se incorpora / para vomitar”. La mención del vómito surge aquí por sorpresa y contrasta con el tono grave y sentencioso del poema.

e. Imitación del lenguaje infantil también pone una nota de humor tierno en algunos poemas surrealista. Se puede citar como ejemplo el poema de Eluard “La costumbre”, en el que se lee: “Todas mis amiguitas son jibosas/ Ellas aman a su madre / Todos mis animales son obligatorios / tienen patas de mueble / y manos de ventana”. Aquí se pueden apreciar las referencias a los disparatados e imaginativos dibujos infantiles que son la base del juego de imágenes (verbales o pictóricas) de lo que los surrealistas llamaron cadáver exquisito.

f. A veces el humorismo surge de dar la vuelta al lenguaje cotidiano, especialmente en su versión más sentenciosa y moralista, como los refranes. Con ello el surrealismo se ríe del uso conservador al que se somete al lenguaje y reafirma su gusto por lo lúdico y lo aleatorio. Una muestra de ello son los Proverbios modernizados escritos por Paul Eluard y Benjamin Peret, en el que encontramos sentencias tan poco sentenciosas y tan fortuitas como  “Los elefantes son contagiosos” o “rascar a la vecina no da flores en mayo”. Unas veces, la huida de toda moralidad cae en lo hilarantemente tautológico. “A toneles pequeños, toneles pequeños” (Si el lector esperaba una moraleja al final de la frase se habrá quedado con un palmo de narices.) Otras veces el resultado es totalmente sacrílego, transgresor y pulverizador de dogmas: “Hay que pegarle a la madre mientras es joven” o “Piel que se descama va al cielo”.

g. También genera efectos humorísticos (incluso también transgresores en ocasiones) el juego permutativo de palabras.  Buen ejemplo de ello es el poema “Nacimientos” del gran poeta del humor André Frederique :

“Dos hombres del Tíbet y una mujer de religión
dan nacimiento a un niño muerto con marcas de lepra
/…/
Un hombre de carbón y una mujer de rábano
no dan nacimiento a ningún niño
/…/
Un hombre de ley y una mujer que cumple su deber
dan nacimiento a cinco agentes de la policía especial
/…/
Un hombre muerto y una mujer médica
dan nacimiento a una barba o una mandíbula”

h. Asimismo el humor surge cuando en el texto surrealista hay una fijación por objetos o seres insignificantes y marginales. Ya en el gran obra precursora del surrealismo, los Cantos de Maldoror,  vemos que Lautreamont no para de hacer referencias a animales repugnantes (piojos, sanguijuelas, sapos, etc.) a lo largo del libro. Marcel Duchamp fue más allá aún y llegó a proponer un transformador destinado a utilizar las pequeñas energías desperdiciadas de realidades tan insignificantemente cotidianas y hasta vulgares como “la exhalación del humor de tabaco / el crecimiento de cabellos, pelos y uñas / la caída de la orina y de los excrementos / … / el desperezarse, el bostezo, el estornudo / el esputo ordinario y el sanguinolento / los vómitos / la eyaculación / … / el ruido al sonarse, el ronquido / … /”.

Para acabar habría que mencionar que algunos de los surrealistas consagraron buena parte, no solo de su obra sino también su vida, al humor. Así Peret escribió buena parte de su obra poética bajo el influjo del humor más sacrílego, especialmente Je ne mange pas de ce pain-la y participó en toda suerte de juegos y happenings callejeros tan provocadores como el consistente en esconderse tras una esquina, esperar a que pase un clérigo y salirle al paso insultándole; paralelamente alguien fotografiaaba el rostro de pánico del cura. O también Marcel Duchamp, quien de hecho se vestía de mujer y se hacía llamar Rrose Selavy. O también Man Ray, creador de artilugios (ready-made) tan poco prácticos como una plancha con clavos, una manera de burlarse del utilitarismo burgués y su proyección en el arte. 

lunes, 6 de octubre de 2014

LOS CANTOS DE MALDOROR EN LAS DELICIAS SURREALISTAS (9 DE OCTUBRE, 20.30 HORAS)

“Hay horas en la vida de en que el hombre de la cabellera piojosa lanza, con los ojos fijos, miradas salvajes sobre las membranas verdes del espacio, pues le parece oír ante sí los irónicos abucheos de un fantasma. Mueve y baja la cabeza: lo que ha oído es la voz de la conciencia. Entonces sale de la casa con la velocidad de un loco, toma la primera dirección que se ofrece a su estupor, y devora las llanuras rugosas del campo.”

(Canto Tercero. Cantos de Maldoror. Isidore Ducasse.)



Maldoror Isidore Ducasse nació en 1846 en Motevideo, de padres franceses. Hizo estudios secundarios en Francia, en el colegio de Tarbes y en el liceo de Pau; luego marcha a París para preparar el ingreso en la Escuela Politécnica. Bajo el seudónimo de «Conde de Lautréamont» publica, en 1868, una obra en prosa poética, los Cantos de Maldoror, que pasa totalmente inadvertida; después publica bajo el título de Poesías dos fragmentos de prefacio para un «libro futuro» que jamás fue escrito. Muere tuberculoso en 1870. Su obra fue exaltada después de 1920 por los surrealistas; ella figura hoy como una expresión particularmente intensa de la desesperación y del frenesí romántico.

Al comienzo de los Cantos, Maldoror, el héroe, está representado en general bajo una forma humana, débil, angustiada y vulnerable, pero torturada por su lucidez hasta la desesperación, pues se han revelado en él las múltiples formas del sufrimiento impuesto a la humanidad: guerras, incendios, naufragios o enfermedades. A partir de entonces se convierte en un símbolo infernal. Caballero fantasma, visita toda la superficie de la tierra, y reviste las formas más imprevistas: se convierte en pulpo o en águila, grillo de cloaca o cisne negro. Su cólera vengativa se manifiesta por acciones de arrebato o por imprecaciones desmesuradas y violentas. La obra, por otra parte, es extrañamente diversa:  las estrofas líricas alternan con los episodios fantásticos, los períodos oratorios con las imágenes fulgurantes, pero el héroe maldito está presente en todas las páginas para ilustrar la terribles declaración del primer canto: «Yo me sirvo de mi genio para pintar las delicias de la crueldad»

( El siglo XIX. Caster y Surer. )

Este delicioso evento surrealista, patrocinado por su Alteza el Piojo Eléctrico, tendrá lugar como es habitual en la librería La Delicia de Leer, c/ Juan Agapito y Revilla, 10, 47004 Valladolid.

Más información:

lunes, 15 de septiembre de 2014

ESPEJO DEL ESTANQUE por Jean Thiercelin

[Jean Thiercelin fue un un pintor y poeta surrealista francés. Nació en París en 1927 y murió en Cadenet (Vaucluse) en 1999. Estuvo vinculado a la revista surrealista Phases de Edouard Jaguer y trabó amistad con los poetas y también pintores surrealistas Roland Giguère y Claude Tarnaud. Sin embargo nunca fue un militante del surrealismo en sentido estricto, manteniendo una postura independiente.]

Así el memorable vuelve a tomar las de Villadiego y se complace en el espejo.

La Extraña (ese escarabajo de piel roja) precede a la Encíclica de trompas de plata.

Después siguen los Beningnos, los Genuflexos y las Fiebres.

Pero ¿y la puerta?

Las seis retamas están allí para abrirla.

Tal como una imagen sigue con gracia a una imagen, las volutas del humo se dispersan con absoluta seguridad.

Acercan los espejos.

Entonces alguien que sale de su lentitud se acicala, lo lagos, los lagos son absolutamente bellos.

Con la pequeña lupa puedo acompañar el movimiento de ámbar del espejo que se abre, hoja sobre hoja, en el plano de la noche.

De ahora en adelante poseemos un mismo lenguaje en gancho que nos permite seccionar, además de los arabescos, la hiedra el cornesmalte y el azufre. Los detalles en forma de llamado de medio silbido. Acompañados o no nosotros formamos un ojo sobre la pared vitrificada del invierno de las edades.

Sin asentarnos jamás.


Les Amants de leurs Chimères de Claude Tarnaud


lunes, 25 de agosto de 2014

LA EDAD DE LA PALABRA por Roland Giguère

[Nacido en Montreal, Canadá, en 1927 y muerto en la misma ciudad en 2003, Roland Giguère fue uno de los principales poetas surrealistas canadienses en lengua francesa. En los años 50 del siglo pasado vivió en París donde se integró en el grupo surrealista Phases. También fue artista gráfico siendo uno de sus logos utilizado por el Partido Quebequés (PQ) desde 1968 a 2008. En 2012 el cantante canadiense Thomas Hellman musicó algunos de sus poemas en el disco Thomas Hellman canta a Roland Giguère.]

Roland Giguère un surrealista perdido
 en la fría taiga canadiense.


Un viento antiguo arranca nuestros tablados
en una planicie agujereada renacen los uros
la vida sagrada se vuelve a poner sus ornamentos de hierro
sus armas blancas sus espadas de oro
para combates leales

el sílex en la roca espera
y nosotros no tenemos más palabras
para nombrar esos soles sangrientos

mañana comeremos la cabeza de la serpiente
tragados el dardo y el veneno
¿qué nuevo canto vendrá a hechizarnos?


Perspectives (1956) de Jean Paul Riopelle

miércoles, 23 de julio de 2014

WEST INDIES, LTD por Nicolás Guillén

[Nicolás Guillén, Poeta Nacional de Cuba, nació el 10 de julio de 1902, en Camagüey, capital de la provincia cubana del mismo nombre, hijo del periodista Nicolás Guillén y de su esposa Argelia Batista Arrieta, única responsable de la formación de sus hijos desde que el padre, a quien el poeta evocaría mucho después en su intensa "Elegía camagüeyana", muriera, a manos de soldados que reprimían una revuelta política, en 1917.

El joven Guillén termina sus estudios de bachillerato alrededor de 1919 y comienza a publicar sus versos en 1920, colaborando en revistas como Camagüey Gráfico, en su ciudad natal, u Orto, de Manzanillo. En 1922 conforma un volumen de poesía de corte modernista, Cerebro y corazón, que sólo verá la luz cuando, medio siglo más tarde aproximadamente, aparezcan sus Obras completas. También en 1922 comenzó a estudiar Derecho en la Universidad de La Habana, cuyas aulas abandonó  en breve, llevado por el desencanto que plasmaría en el poema, "Al margen de mis libros de estudio", en el que satiriza la mediocridad de la vida universitaria que conoció. El texto, publicado en el número inaugural de la revista Alma Mater, en cuya directiva figuraba Julio Antonio Mella, tuvo ya cierta notoriedad polémica en su momento. De regreso a Camagüey, Guillén organiza y dirige la revista Lys, y desempeña diversos oficios, entre ellos el de corrector de pruebas, y luego redactor en el diario El Camagüeyano. Allí estuvo a cargo de una sección, "Pisto Manchego", en la que el Guillén periodista mezclaba temas de actualidad nacional o mundial con el anuncio de productos comerciales. También fue empleado del Ayuntamiento de Camagüey.

En 1926, regresa a La Habana en busca de un cambio de vida. Obtiene un trabajo en la Secretaría de Gobernación, y decide instalarse en la capital cubana, donde se intensifican sus intereses literarios e intelectuales. Allí y en esa época conocería a Federico García Lorca, que había sido invitado por Fernando Ortiz para impartir unas conferencias, y al gran poeta negro norteamericano Langston Hughes, cuya amistad e influencia serían sumamente importantes para Guillén.

En abril de 1930, escribe sus Motivos de son, que, al publicarse en el Diario de la Marina, lanzan al poeta a la celebridad no exenta de polémica, pero de una amplia resonancia popular que la musicalización de los textos (por Alejandro García Caturla y los Grenet) habría de confirmar. La publicación de Motivos de son, además, estrechó su permanente amistad con otro gran poeta, también camagüeyano: Emilio Ballagas.

En 1931, y gracias a haber ganado un premio de lotería, puede sufragar la publicación de Sóngoro cosongo; poemas mulatos, un libro de mayor estatura artística y de vocación reflexiva sobre la cultura cubana, objeto de una admirativa carta de Miguel de Unamuno a Guillén, fechada el año siguiente.

Entre 1931 y 1934, Guillén va madurando gradualmente su modo de ver y analizar la realidad cubana y caribeña. En 1934 se produce en Cuba el golpe militar de Fulgencio Batista: la situación política y económica del país es convulsa y está sujeta a la política de intervención de los Estados Unidos. En este año, su nuevo poemario, West Indies, Ltd. da cuenta de su crecimiento intelectual, que lo orienta hacia posiciones cada vez más comprometidas y más críticas sobre el desequilibrio social y económico de su país. En 1936 se incorpora a la redacción de la revista Mediodía, que llegará a dirigir en 1937, con Carlos Rafael Rodríguez como subdirector. Vinculado a otra importante figura cultural y política del momento, Juan Marinello, Guillén viaja a México el 19 de enero de 1937, para participar en el congreso organizado por la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios de México. Su estancia mexicana tuvo honda repercusión en su trayectoria, pues le permitió relacionarse con artistas como Silvestre Revueltas, José Mancisidor, Diego Rivera o Alfaro Siqueiros. Es en esta época cuando publica el poemario de fuerte entonación popular Cantos para soldados y sones para turistas, con prólogo de Juan

Marinello. También publica en México su poema España. Poema en cuatro angustias y una esperanza.

En 1937, en plena guerra civil, viaja a España para participar en el II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura, celebrado en Barcelona, Valencia y Madrid. Se relaciona con lo más destacado de la vida intelectual del momento (Antonio Machado, Miguel Hernández, Pablo  Con Hemingway y Langston HughesNeruda, Rafael Alberti, César Vallejo, León Felipe, Juan Chabás, Octavio Paz, Tristán Tzara, Anna Seghers, Ilya Ehrenburg y Ernest Hemingway, a quien conociera en Cuba), y Manuel Altolaguirre edita su España. Poema en cuatro angustias y una esperanza. Conmovido por cuanto ve y experimenta en la España en guerra, Guillén ingresa al Partido Comunista, en el que militará hasta su muerte.

De vuelta a su patria, acompañado por León Felipe, su situación no es fácil, entre otras razones porque el Partido Comunista se hallaba en plena ilegalidad y por la enorme inestabilidad económica y política del país. Entre 1939 a 1941 el poeta consagró buena parte de su tiempo a una intensa labor política y cultural (en 1940 se presenta, sin éxito, como candidato a las elecciones para alcalde de la ciudad de Camagüey, por el Partido Unión Revolucionaria Comunista), a través del periódico Hoy y del Frente Nacional Antifascista, del cual era dirigente.

En marzo de 1944, con José Antonio Portuondo, Mirta Aguirre y Ángel Augier, Nicolás Guillén funda la revista Gaceta del Caribe, que, a pesar de su indudable estatura literaria y cultural, apenas alcanza a sobrevivir hasta los dos últimos meses de ese año.

En noviembre de 1945, Guillén inicia una gira por América del Sur, que habrá de resultar fundamental tanto para su proyección continental como para el desarrollo posterior de la perspectiva americanista de su obra, pues durante su visita a Venezuela, Colombia, Perú, Chile, Argentina, Uruguay y Brasil sostiene intercambios con lo más destacado de los artistas e intelectuales, y se profundiza su visión de América.

En 1947 publica en Buenos Aires El son entero. Cuatro años después, en 1951, publica su Elegía a Jesús Menéndez, homenaje al líder obrero cubano con quien había mantenido una estrecha amistad. Ese mismo año participa en el Consejo Mundial por la Paz, en Praga y en Viena. Al año siguiente, viaja a la Unión Soviética, a la República Popular China y a Mongolia. En Cuba escribe Las coplas de Juan Descalzo y publica la Elegía cubana; El Semanario La última Hora, en el que colabora, le dedica un número especial para unirse a la celebración de su cincuentenario, en medio de una situación política cada vez más difícil para él, que se agrava después del golpe de estado de Batista en 1952 contra el gobierno de Prío Socarrás: las circunstancias en la Isla lo obligan al autoexilio, pues en su patria estaría condenado a prisión por la dictadura.

 En 1954 viaja a Estocolmo, para participar en el Congreso de la Paz, y recibe el Premio Lenin de la Paz. En 1956 viaja a París, Bucarest, Varsovia, Budapest, Praga y Bruselas. En 1958 está en París y en 1959 el triunfo revolucionario en Cuba lo sorprende en Buenos Aires, donde se había publicado recientemente La paloma de vuelo popular: de inmediato regresa a Cuba y escribe su soneto "Che Guevara" para el semanario Propósitos.

En el año 1960 publica ¿Puedes? En 1961 se realiza en La Habana el Congreso en el que se funda la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), de la que Guillén es elegido Presidente, cargo que detentará hasta su muerte, y a través del que mantendrá una directa participación en la vida  Con Geraldine Chaplin en la UNEAC (1983) cultural del país. En 1962 publica Prosa de prisa, recopilación de sus textos periodísticos, crónicas, y comentarios sobre temas diversos, y la Universidad de La Habana, la Casa de las Américas, el Consejo Nacional de Cultura, la UNEAC y otras instituciones celebran su 60 aniversario. Publica Balada.

En 1964 se publican sus Poemas de amor, Tengo y su Antología mayor; en 1967 aparece El gran zoo, y en 1969 sus Cuatro canciones para el Che, muerto en Bolivia dos años antes. En 1972 publica La rueda dentada y Diario que a diario. Ese mismo año se celebra en Cuba su 70 aniversario con la aparición del primer tomo de sus Obras Completas, y se le concede en Roma el Premio Viareggio.

En 1979 se publica su Nueva antología mayor y dos años después se lleva a cabo la publicación de su Obra poética en dos tomos. En 1983 recibe en Cuba el Premio Nacional de Literatura, y desde entonces se suceden las ediciones de sus obras y nuevas recopilaciones de textos, como Todas las flores de abril (poesía) en 1993, o América. Sueña y fulgura (crónica), Cuba. En ala de nuestro tiempo (crónica) y España. Al alcance del sueño (crónica), en 1995.

Después de una larga enfermedad, la muerte lo había sorprendido el 17 de julio de 1989.

(Extraído de Cervantes Virtual)]

Un joven Nicolás Guillén, 
poeta del son más caliente.

 
1

¡West Indies! Nueces de coco, tabaco y aguardiente...
Éste es un oscuro pueblo sonriente,
conservador y liberal,
ganadero y azucarero,
donde a veces corre mucho dinero,
pero donde siempre se vive muy mal.
El sol achicharra aquí todas las cosas,
desde el cerebro hasta las rosas.
Bajo el relampagueante traje de dril
andamos todavía con taparrabos;
gente sencilla y tierna, descendiente de esclavos
y de aquella chusma incivil
de variadísima calaña,
que en el nombre de España
cedió Colón a Indias con ademán gentil.
Aquí hay blancos y negros y chinos y mulatos.
Desde luego, se trata de colores baratos,
pues a través de tratos y contratos
se han corrido los tintes y no hay un tono estable.
(El que piense otra cosa que avance un paso y hable.)
Hay aquí todo eso, y hay partidos políticos,
y oradores que dicen: «En estos momentos críticos...»
Hay bancos y banqueros
legisladores y bolsistas,
abogados y periodistas,
médicos y porteros.
¿Qué nos puede faltar?
Y aun lo que nos faltare lo mandaríamos buscar.
¡West Indies! Nueces de coco, tabaco y aguardiente.
Éste es un oscuro pueblo sonriente.
¡Ah, tierra insular!
¡Ah, tierra estrecha!
¿No es cierto que parece hecha
sólo para poner un palmar?
Tierra en la ruta del «Orinoco»,
o de otro barco excursionista,
repleto de gente sin un artista
y sin un loco;
puertos donde el que regresa de Tahití,
de Afganistán o de Seúl,
viene a comerse el cielo azul,
regándolo con Bacardí;
puertos que hablan un inglés
que empieza en yes y acaba en yes.
(Inglés de cicerones en cuatro pies).
¡West Indies! Nueces de coco, tabaco y aguardiente.
Éste es un oscuro pueblo sonriente.
Me río de ti, noble de las Antillas,
mono que andas saltando de mata en mata,
payaso que sudas por no meter la pata,
y siempre la metes hasta las rodillas.
Me río de ti, blanco de verdes venas
-¡bien se te ven aunque ocultarlas procuras!-,
me río de ti porque hablas de aristocracias puras,
de ingenios florecientes y arcas llenas.
¡Me río de ti, negro imitamicos,
que abres los ojos ante el auto de los ricos,
y que te avergüenzas de mirarte el pellejo oscuro,
cuando tienes el puño tan duro!
Me río de todos: del policía y del borracho,
del padre y de su muchacho,
del presidente y del bombero.
Me río de todos, me río del mundo entero.
Del mundo entero, que se emociona frente a cuatro peludos,
erguidos muy orondos detrás de sus chillones escudos,
como cuatro salvajes al pie de un cocotero.
 
2
Cinco minutos de interrupción.
La charanga de Juan el Barbero
toca un son.
-Coroneles de terracota,
políticos de quita y pon;
café con pan y mantequilla...
¡Que siga el son!
La burocracia está de acuerdo
en ofrendarse a la Nación;
doscientos dólares mensuales...
¡Que siga el son!
El yanqui nos dará dinero
para arreglar la situación;
la Patria está por sobre todo...
¡Que siga el son!
Los viejos líderes sonríen
y hablan después desde un balcón.
¡La zafra! ¡La zafra! ¡La zafra!
¡Que siga el son!


La Negra de Tarsila do Amaral



3
Las cañas -largas- tiemblan
de miedo ante la mocha.
Quema el sol y el aire pesa.
Gritos de mayorales
restallan secos y duros como foetes.
De entre la oscura
masa de pordioseros que trabajan,
surge una voz que canta,
brota una voz que canta,
sale una voz llena de rabia,
se alza una voz antigua y de hoy,
moderna y bárbara:
-Cortar cabezas como cañas,
¡chas, chas, chas!
Arder las cañas y cabezas,
subir el humo hasta las nubes,
¡cuando será, cuándo será!
Está mi mocha con su filo,
¡chas, chas, chas!
Está mi mano con su mocha.
¡chas, chas, chas!
Y el mayoral está conmigo,
¡chas, chas, chas!
Cortar cabezas como cañas,
arder las cañas y cabezas,
subir el humo hasta las nubes...
¡Cuándo será!
Y la canción elástica, en la tarde
de zafra y agonía,
tiembla, fulgura y arde,
pegada al techo cóncavo del día.
 
4
El hambre va por los portales
llenos de caras amarillas
y de cuerpos fantasmales:
y estacionándose en las sillas
de los parques municipales,
o pululando a pleno sol
y a plena luna,
busca el problemático alcol
que borra y ciega,
pero que no venden en ninguna
bodega.
¡Hambre de las Antillas,
dolor de las ingenuas Indias Occidentales!
Noches pobladas de prostitutas,
bares poblados de marineros;
encrucijada de cien rutas
para bandidos y bucaneros.
Cuevas de vendedores de morfina,
de cocaína y de heroína.
Cabarets donde el tedio se engaña
con el ilusorio cordial.
de una botella de champaña,
en cuya eficacia la gente confía
como en un neosalvarsán de alegría
para la «sífilis sentimental».
Ansia de penetrar el porvenir
y sacar de su entraña secreta
una fórmula concreta
para vivir.
Furor de los piratas de levita
que como en Sores y «El Olonés»,
frente a la miseria se irrita
y se resuelve en puntapiés.
¡Dramática ceguedad de la tropa,
que siempre tiene presto el rifle
para disparar contra el que proteste o chifle,
porque el pan está duro o está clara la sopa!
 
5
Cinco minutos de interrupción.
La charanga de Juan el Barbero
toca un son.
-Para encontrar la butuba
hay que trabajar caliente;
para encontrar la butuba
hay que trabajar caliente:
mejor que doblar el lomo,
tienes que doblar la frente.
De la caña sale azúcar,
azúcar para el café;
de la caña sale azúcar,
azúcar para el café:
lo que ella endulza, me sabe
como si le echara hiel.
No tengo donde vivir,
ni mujer a quien querer;
no tengo donde vivir,
ni mujer a quien querer:
todos los perros me ladran,
y nadie me dice usted.
Los hombres, cuando son hombres,
tienen que llevar cuchillo;
los hombres, cuando son hombres,
tienen que llevar cuchillo;
¡yo fui hombre, lo llevé,
y se me quedó en presidio!
Si me muriera ahora mismo,
si me muriera ahora mismo,
si me muriera ahora mismo, mi madre,
¡qué alegre me iba a poner?
¡Ay, yo te daré, te daré,
te daré, te diré,
ay, yo te daré
la libertad!
 
6
¡West Indies! ¡West Indies! ¡West Indies!
Éste es el pueblo hirsuto,
de cobre, multicéfalo, donde la vida repta
con el lodo seco cuarteado en la piel.
Éste es el presidio
donde cada hombre tiene atados los pies.
Ésta es la grotesca sede de companies y trusts.
Aquí están el lago de asfalto, las minas de hierro,
las plantaciones de café,
los ports docks, los ferry boats. los ten cents...
Éste es el pueblo del all right,
donde todo se encuentra muy mal;
éste es el pueblo del very well,
donde nadie está bien.
Aquí están los servidores de Mr. Babbit.
Los que educan sus hijos en West Point.
Aquí están los que chillan: hello baby,
y fuman «Chesterfield» y «Lucky Strike».
Aquí están los bailadores de fox trots,
los boys del jazz band
y los veraneantes de Miami y de Palm Beach.
Aquí están los que piden bread and butter
y coffee and milk.
Aquí están los absurdos jóvenes sifilíticos,
fumadores de opio y de mariguana,
exhibiendo en vitrinas sus espiroquetas
y cortándose un traje cada semana,
Aquí está lo mejor de Port-au-Prince,
lo más puro de Kingston, la high life de La Habana...
Pero aquí están también los que reman en lágrimas,
galeotes dramáticos, galeotes dramáticos.
Aquí están ellos,
los que trabajan con un haz de destellos
la piedra dura donde poco a poco se crispa
el puño de un titán. Los que encienden la chispa
roja, sobre el campo reseco.
Los que gritan: «¡Ya vamos!», y les responde el eco
de otras voces: «¡Ya vamos!» Los que en fiero tumulto
sienten latir la sangre con sílabas de insulto.
¿Qué hacer con ellos,
si trabajan con un haz de destellos?
Aquí están los que codo con codo
todo lo arriesgan; todo
lo dan con generosas manos;
aquí están los que se sienten hermanos
del negro, que doblando sobre el zanjón oscuro
la frente, se disuelve en sudor puro,
y del blanco. que sabe que la carne es arcilla
mala cuando la hiere el látigo. y peor si se la humilla
bajo la bota, porque entonces levanta
la voz, que es como un trueno brutal en la garganta.
Esos son los que sueñan despiertos,
los que en el fondo de la mina luchan,
y allí la voz escuchan
con que gritan los vivos y los muertos.
Esos, los iluminados,
los parias desconocidos,
los humillados,
los preteridos,
los olvidados,
los descosidos,
los amarrados,
los ateridos,
los que ante el máuser exclaman: «¡Hermanos soldados!»,
y ruedan heridos
con un hilo rojo en los labios morados.
(¡Que siga su marcha el tumulto!
¡Que floten las bárbaras banderas,
y que se enciendan las banderas
sobre el tumulto!)
 
7
Cinco minutos de interrupción.
La charanga de Juan el Barbero
toca un son.
-Me matan, si no trabajo,
y si trabajo, me matan;
siempre me matan, me matan,
siempre me matan.
Ayer vi a un hombre mirando,
mirando el sol que salía;
ayer vi a un hombre mirando,
mirando el sol que salía:
el hombre estaba muy serio,
porque el hombre no veía.
Ay,
los ciegos viven sin ver
cuando sale el sol,
cuando sale el sol,
¡cuándo sale el sol!
Ayer vi a un niño jugando
a que mataba a otro niño;
ayer vi a un niño jugando
a que mataba a otro niño:
hay niños que se parecen
a los hombres trabajando.
¡Quién les dirá cuando crezcan
que los hombres no son niños,
que no lo son,
que no lo son,
que no lo son!
Me matan, si no trabajo,
y si trabajo, me matan:
siempre me matan, me matan,
¡siempre me matan!
 
8
Un altísimo fuego raja con sus cuchillas
la noche. Las palmas, inocentes
de todo, charlan con voces amarillas
de collares, de sedas, de pendientes.
Un negro tuesta su café en cuclillas.
Se incendia un barracón.
Resoplan vientos independientes.
Pasa un crucero de la Unión
Americana. Después, otro crucero,
y el agua ingenua ensucian con ambiciosas quillas,
nietas de las del viejo Drake, el filibustero.
Lentamente, de piedra, va una mano
cerrándose en un puño vengativo.
Un claro, un claro y vivo
son de esperanza estalla en tierra y océano.
El sol habla de bosques con las verdes semillas...
West Indies, en inglés. En castellano,
las Antillas.