miércoles, 30 de marzo de 2011

TODO SE IBA... por Jacques Prévert

[Poeta y guionista francés nacido en Paris en 1900. Abandonó la escuela a los catorce años y después de permanecer por corto tiempo en la Marina, se ocupó en diversos oficios mientras desarrollaba el gusto por la poesía. Ingresó al grupo surrealista en 1926 y se separó a raíz de la crisis señalada por el Segundo Manifiesto de Breton en 1929. A partir de 1935, después de una experiencia teatral, compuso canciones famosas, se apasionó por el cine y redactó varios guiones de películas para Marcel Carné. Fue después de la guerra cuando encontró el éxito más grande con la aparición de la colección "Palabras" en 1945. Se mantuvo siempre hostil hacia todas las fuerzas de opresión social, testimoniando su afecto y su compasión para la clase humilde. Dedicó el fin de su vida a su actividad de libretista, y dio muestras de su humor en textos como "Fárrago" y "Choses et autres" en 1972. Falleció en 1977.

(Extraído de A media voz)]



[Este poema se lo dedico a todas las víctimas de las guerras "humanitarias". ¡NO A LA GUERRA!]



Había mujeres débiles,
y además mujeres fáciles
y mujeres fatales
que lloraban gritaban sollozaban
delante de hombres de paja
que ardían
Niños extraviados corrían por calles en ruinas
muy pálidos al saber que nunca más volverían a encontrarse
Y jefes de familia
que ya no distinguían el suelo del techo
revoloteaban de un piso al otro
en una lluvia de felpudos de lámparas de cucharillas y de plumones
Todo se iba
La ciudad se desmoronaba
bullía
se desmenuzaba
y giraba sobre sí misma
sin que pareciera moverse
Unos cerdos negros cegados
en la súbita oscuridad
de una pocilga moderna en desuso
galopaban
La ciudad se iba
sudando sangre yagua
envases de gas reventados
Los que sólo soñaron en heridas y golpes
se despertaban
decapitados
habiendo perdido peines y cepillos
y otras cositas mundanas
Una boda muy negra muerta de pie
desde el padrino hasta los novios
conservaban un equilibrio de ceniza petrificada
frente a un fotógrafo
torrado aterrado
Ruinas recientes totalmente nuevas
homenaje de guerra
juegos de rompecabezas
ganancias y pérdidas
leña y carbón
En l0 que quedaba de una casa de obreros
una tortilla abandonada
colgaba como ropa vieja
sobre un ventanal roto
y en las migajas de un viejo lecho calcinado mezcladas con el serrín gris de un armario volatilizado
la carne humana se incorporaba al asado de carne comestible

En las bambalinas del progreso
hombres íntegros proseguían integralmente la desintegración progresiva de la materia viva
desamparada.

De "La pluie et le beau temps"
Versión de Aldo Pellegrini



Fotomontaje de John Heartfield

sábado, 19 de marzo de 2011

ROOF-GARDEN por Julien Gracq


[Julien Gracq, surrealista racional y libertario

Enemigo de galardones, el escritor francés rechazó el Goncourt en 1951 por su gran novela 'Le Rivage des Syrtes'


Por Octavi Martí, El País 24/12/2007


No le dieron el Premio Nobel porque lo hubiera rechazado, como ya en 1951 rechazó el Premio Goncourt por su gran novela, Le Rivage des Syrtes. Julien Gracq, que murió el pasado sábado en Angers, había nacido el 27 de julio de 1910 en Saint-Florent-le-Viel, pequeña localidad junto al Loira en la que había vuelto a instalarse desde hace años. Durante más de 50 años ha dominado desde su silencio exigente el mundo literario francófono. Silencioso porque, para él, la única biografía de un escritor era la bibliografía completa de su obra. Y exigente, entre otras razones, por las que expuso en su ensayo La Littèrature à l'estomac (1941) en el que ridiculizaba los premios.

Gracq, como Buzzati o Benet, escritores con los que tiene algunos puntos en común, tenía una extraordinaria capacidad para inventar mundos. En Le Rivage des Syrtes la acción -escasa- transcurre en la señoría d'Orsenna, una República en crisis que se parece tanto a Venecia como a la III República Francesa y en un paisaje que tiene que ver con el de la ciudad italiana, pero también con el de la desembocadura del Loira, de Nantes hasta el mar.

En Un balcon en fôret se evoca una guerra que no llega, un frente que no estalla. Son los primeros meses de la II Guerra Mundial, cuando los franceses esperan el ataque alemán bien pertrechados tras la célebre "línea Maginot" o en los bosques impenetrables de las Ardenas, dos barreras que los alemanes sortearan entrando por Bélgica.

El primer libro publicado de Julien Gracq -se trata de un seudónimo, pues él se llamaba en realidad Louis Poirier- es Au château d'Argol (1938), una obra de un estilo más arcaico que las posteriores, atravesada por la admiración por el Parsifal de Wagner. Es una obra que sólo interesó al surrealista André Breton, sensible a la capacidad de Gracq para "explotar el potencial de ensoñación de los hombres". El libro presenta el enfrentamiento de dos hombres que "son a un mismo tiempo, el fantasma de su doble y su contrario".

La contribución militar de Gracq terminará, en la cautividad primero, en la enfermedad después. Son periodos de calma que aprovecha para escribir Un Beau ténébreux, una novela sobre el superhombre; una obra de teatro titulada Le roi pêcheur que retoma el tema del Grial, y un libro de poemas, Liberté grande, en el que propone como única moral válida para un escritor un individualismo entre aristocrático y libertario. Los tres libros aparecerán una vez terminada la guerra y la obra de teatro será representada durante unas pocas funciones y muy mal acogida, una experiencia que marcará a Gracq.

Durante años Gracq, que se había adherido al PCF en 1936, se ganará su vida como profesor. Su especialidad era la geografía y la historia. Vive en París a partir de 1947 y reparte su tiempo entre la capital, donde ejerce como profesor de Instituto, y Saint-Florent, donde se refugia durante las vacaciones.

La simpatía por el surrealismo anima toda su obra. Pero el suyo es un surrealismo racional, frío, seducido sobre todo por la dimensión antiburguesa del movimiento y por su capacidad para derribar mitos. En 1946 publica un ensayo sobre la obra literaria de Breton que, conviene no olvidarlo, estimaba que Nantes era una de las pocas "ciudades surrealistas" de Francia. Durante los años sesenta escribe y publica diversos artículos de carácter teórico y de crítica. En 1970 da a conocer su última obra de ficción, La Presqu'île, que reúne tres relatos en los que el tiempo es protagonista y que son continuaciones interrumpidas de sus trabajos anteriores. Uno de esos relatos será llevado al cine, con maestría, por André Delavaux bajo el título de Rendez-vous a Bray.

En 1985, Gracq intenta un ejercicio de virtuoso: escribir su autorretrato a través de una descripción de Nantes titulada La forme d'une ville. Tres años más tarde, fruto de un viaje a Roma, escribirá también sobre esa ciudad, que en tanto que capital de un imperio desaparecido le inspiró numerosos pasajes a Gracq.

Su último libro, Entretiens (2002), era, como su título indica, una recopilación de las escasas entrevistas concedidas por Gracq a lo largo de los años.

Publicado en vida en la prestigiosa colección de La Pléiade y nunca editado en libro de bolsillo, Gracq decía mantener consigo mismo "un arreglo de cuentas íntimo para el que no existe el público". Puede que el mejor resumen del personaje y su obra lo haya hecho otro escritor, Jérôme Garcin, que ha dicho que "la obra de Julien Gracq es altiva, pero Louis Poirier es humilde".]



En lo alto del murallón hay un pequeño campo verde donde brotan los escaramujos, los alhelíes y las avenas de la nueva jornada. A veces corriendo como un río amarillo, a veces una madeja bajo uñas de aire, a veces la delicada paja de una cabellera rubia aprisionada en un torno. Al llegar la noche los rastrojos forman un lugar de descanso hasta donde sube la humareda encantadora de la ciudad como las corolas de un bombardeo de fiesta y de silencio y por las troneras se ve el cielo con su espuma de livianas nubes y la campiña como el pecho de una mujer sofocada por el calor. Se limpia de piedras el campo directamente sobre el vacío yel caparazón de los techos, y hay caminos cubiertos y rutas suaves entre las hierbas, las piedras, y la floresta balsámica de ortigas hasta la plataforma rasa donde el cielo sobre el mar de paja es un huracán mejicano, donde el aire corre como aceite en la garganta de un cañón de bronce, y las matas silvestres por encima del río se estremecen sin causa como el anca de un caballo.


Publicada en "Réalités Secretes", 1955




"El carro de heno" por El Bosco

jueves, 10 de marzo de 2011

UN DÍA... POEMAS SINTÉCTICOS (fragmento) por José Juan Tablada


[Poeta, periodista y diplomático mexicano nacido en Ciudad de México en 1871. Realizó sus estudios primarios en un colegio militar incursionando en el campo poético desde muy joven. A los diecinueve años viajó a Japón y posteriormente a Paris, países que influyeron notablemente en la calidad de su poesía. Fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y ocupó varios cargos diplomáticos en Ecuador, Colombia y Estados Unidos. «Florilegio» en 1898, «Al sol y bajo la luna» en 1918, «Poemas sintéticos» en 1919, «Li-Po y otros poemas» en 1920 y «El jarro de flores» en 1922, forman parte de su importante obra.Falleció en Nueva York en 1945.

(Extraído de A media voz)]


LA MAÑANA



LA PAJARERA

Distintos cantos a la vez
la pajarera musical
es una torre de Babel


LOS ZOPILOTES

Llovió toda la noche
y no acaban de peinar sus plumas
al sol, los zopilotes


EL SAÚZ

Tierno sáuz
asi oro, casi ámbar,
casi luz


LOS GANSOS

Por nada los gansos
tocan a larma
en sus trompetas de barro.


EL BAMBÚ

Cohete de larga vara
el bambú apenas sube se doblega
en lluvia de menudas esmeraldas.


EL CABALLO DEL DIABLO

Caballo del diablo:
clavo de vidrio
con alas de talco.


"Ciruelos blancos en primavera" de Ogata Korin


LA TARDE


LA PALMA

En la siesta cálida
ya ni sus abanicos
mueve la palma...


LAS HORMIGAS

Breve cortejo nupcial,
las hormigas arrastran
pétalos de azahar...


LAS RANAS

Engranajes de matracas
crepitan al correr del arroyo
en los molinos de las ranas.


HOJAS SECAS

El jardín está lleno de hojas secas;
nunca vi tantos hojas en sus árboles
verdes, en primavera.


EL CREPÚSCULO


LA GARZA

Clavada en la saeta
de su pico y sus ala
la garza vuela.


EL MURCIÉLAGO

¿Los vuelos de la golondrina
ensaya en la sombra el murciélago
para luego volar de día...?


LOS RUISEÑORES

Plata y perla de luna hechas canciones
oíd... en la caja de música
del kiosko de los ruiseñores.


LA BUNGANVILIA

La noche anticipa
y de pronto en el crepúsculo
la pirotecnia de la buganvilia.


MARIPOSA NOCTURNA

Devuelve a la nocturna rama
nocturna mariposa
las hojas secas de tus alas.


LA NOCHE


LAS LUCIÉRNAGAS

Luciérnagas en el árbol...
¿Navidad en verano?


EL ABEJORRO

El abajorro terco
rondando el foco zumba
como abanico eléctrico


EL CISNE

Al lago, al silencio, a la sombra
todo candor el cisne
con su cuello interroga...

lunes, 7 de marzo de 2011

EL "ARTERRORISMO" AZOTA RUSIA


Extraído de El Mundo del 06/03/2011

El grupo artístico 'Voina' (Guerra) se ha vuelto a dar de morros con la policía. Esta vez de forma literal. El polémico colectivo, algunos de cuyos miembros son juzgados por gamberrismo, ha vuelto a la carga esta semana con un morreo indiscriminado de agentes de policía.

Decenas de activistas de 'Voina' bajaron al metro de Moscú con los labios a guisa de ariete para acosar a todas las mujeres vestidas de policías, que apenas tuvieron tiempo de decir esta boca es mía.

El vídeo, que ha sido colgado esta semana en internet, frisa ya el millón de visitas. Por una vez, en un 'acto terrorista' ('arterrorista', en este caso) no hubo clavos ni pernos: sólo besos de tornillo.

Nacido en 2007 con vocación guerrera, este grupo de artistas que es capaz de volcar coches de policía (con agentes dentro a ser posible) o de dibujar un pene de 65 metros en uno de los puentes levadizos de San Petersburgo, ha vuelto a la carga con sus 'besos de racimo' en el subterráneo.

La acción coincide con el arranque de la reforma que pretende humanizar a la policía, una profesión que tras la caída de la Unión Soviética se ha convertido en una de las más denostadas por la población por su connivencia con el mundo criminal.

'Arte actual, político y callejero'

Los activistas de 'Voina' son los 'kamikazes' del arte ruso contemporáneo. Su mentor, Alexei Plutsera-Sarno, acusado por las autoridades de organizar un grupo criminal, define las acciones de 'Voiná' como "arte contemporáneo actual, político y callejero". Dos de sus correligionarios, Oleg Vorotnikov y Leonid Nikolayev, fueron arrestados el pasado 10 de noviembre mientras dormían, y sobre ellos podría recaer una pena de hasta siete años de prisión por gamberrismo.

La acción del besuqueo masivo en el metro parece inspirada en la fotografía del grupo artístico 'Narices Azules', que en 2008 presentaba a dos policías gay besándose en un paisaje nevado entreverado de abedules. Titulada 'Besa a la basura', en referencia al inmundo apodo popular de la policía, su acción viene a ser una manera de conjurar a morreo limpio el mal humor de los policías rusos, siempre de morros. Pese a lo arriesgado de la maniobra subversiva (y subterránea), no se han registrado casos de narices moradas entre las activistas.

La ironía desconcertante de 'Voiná' conecta de lejos con esa ·actitud heroica de los que no se avienen a transigir· de la que hablaba Alfred Jarry, precursor del teatro surrealista.

Hace unos meses una activista del grupo sacó ("liberó", según sus protagonistas) un pollo congelado del supermercado insertado en su vagina. ¿Qué habría pensado Dalí de tamaña gansada? Una cosa parece clara. Y es que (pollos congelados al margen) a esta gente nada le pone la carne de gallina.



miércoles, 2 de marzo de 2011

LA VALIJA DE FUEGO por Aldo Pellegrini


[De Pellegrini, viejo conocido nuestro, ya hemos colgado textos y biografía en este blog, exactamente aquí]


Que se viva, sueñe o hable
que se busque o se den las gracias
nada evita que en lo más oculto
existan pequeñas deliciosas inmundicias
siempre lugares secretos objetos invisibles, lo despreciable que se ama
borra de café, polvos, gargajos, legaña, insectos, mugre
un mondadientes usado, pústulas
flujos, náuseas, fetidez, diarreas
la embriaguez que vomita
la cómica felicidad con caries dental y callos
oh nada de esto aterroriza a los ociosos
ni a los comediantes que hacen prudentes imitaciones de la vida
agua de rosas, betún y baba
las cucarachas nos persiguen de noche y las moscas de día
todo encerrado en la famosa valija de fuego
rodeada de admirables burbujas de aire irrespirable.


Meditemos en la valija de fuego
se la usa en los infiernos despiadados
contra la nieve, contra el lirismo, contra el odio de los amigos
sólo fracasa con el frío de la muerte
busquemos en nuestra valija de fuego las suculentas podredumbres
para mezclarlas con los sombríos deseos celestes.


Retornemos a la valija de fuego
a la valija de fuego de
a la valija de fuego de madre que da a luz en el instante imprevisto
y más tarde, cuando el niño se pierde y reclama a su madre, todos lo recriminan duramente, y se da el caso de algunos que –en el colmo de la exasperación– cortan los extremos de los tiernos dedos infantiles y cometen otros actos de piadosa crueldad: el amor a la humanidad, frente al cual el amor de madre debe reservarse para la valija de fuego.


Retornemos al canto de fuego repleto de los cuchicheos de los sabios que abrazan llenos de pasión a las prostitutas
Y de los sabios que simulan dormir
Y de aquellos que mastican mañana tarde y noche
Y piensan al compás de las mandíbulas
(delicioso juego de las mandíbulas que ocultan todos los otros juegos).


Retornemos al sollozo de fuego del niño
el niño que llora perdido en la calle
y le preguntan: “¿No buscas, hermoso niño, a tu madre?”
y contesta: “No, busco a mi padre el sabio, en el interior de la ballena
atravesado por relámpagos que parecen hormigas
devorado por hormigas que parecen catedrales.”
oh hermoso niño, te llevaré a tu cálida cuna atravesando los siglos
y mediante la ciencia de los puntapiés
te arrancaré de tu sueño
para ir al encuentro de la sabiduría parricida
allí donde Edipo y sus hijos bailan cabeza abajo.


Retornemos al canto de hielo de los santos en cuclillas, saludando respetuosamente a las cadenciosas fricciones eléctricas
las chipas eléctricas surgidas del roce de vírgenes satinadas
al compás de la inocencia que circula por las vetustas morales
el canto de hielo, el canto que congela
a las viejas cotorras que penetran contoneándose en su túnel de olvido
donde padres feroces arrasan los castillos de hadas
para arrebatar su botín de pieles y tortugas
donde harapos de piedras cuelgan del vientre de Dios
y multitud de arqueólogos se agitan incansablemente
masticando la felpa gris-perla de los pensamientos vegetales.


Retornemos a la vida fugaz del hombre inventor del fuego de la melancolía
los argumentos de la muerte se encierran también en la valija de fuego
cuando los generosos, los justos, los tenebrosos, los tristes
arrojan su timidez bastarda
y hacen explotar los vientres estériles
con filtros mágicos
con invenciones saturadas de dulzura que oprimen el pecho, sobre el cual caen mechones de cabellos negativos desde la indescriptible altura de las ideas
inconmovibles ante toda humana razón
torrentes de lágrimas deshaciendo las inexpertas rocas del egoísmo
y todos se van
y queda un gran vacío circular
¿y a quién llama entonces al niño?
a su madre, la portadora de la valija de fuego, la primera y última
la que muestra su perenne sonrisa triunfal
la que siempre retorna
la que afronta los inmensos peligros de la moralidad
la que vibra henchida de la más pura sabiduría zoológica.

Retornemos al niño que busca juguetes multiangulares
en el centro de espacios extinguidos
a la vera de noches emboscadas, arrastrando pesadillas bituminosas
alimentado con leche de perras violadas
para alcanzar así la madurez de la inocencia
ése es el hijo terrible, el hijo impródigo, el hijo no deseado
que recorre el hilo de las conversaciones hasta hacer estallar su sensatez
que incendia las posiciones correctas de los visitantes ocasionales
audaz explorador de selvas de cacahuetes.


Retornemos a la valija de fuego de nada
donde se consumen los sensibles al fuego del tedio moral
donde se amontonan los triunfadores despanzurrados
retornemos al fuego de alejarnos
al fuego de acercarnos
mientras Dios camina incansablemente a tu lado por toda la eternidad
sin pensar en ti
heroicamente solo
humanamente solo
marchando sobre arenas siderales
donde mundos exasperados se desheredan alternativamente.


He aquí el gran espectáculo que la valija de fuego no puede contener
el espectáculo de la soledad de Dios y de su hijo el hombre
solos en la multiplicidad de lo creado
en la infinita multiplicidad
todos heroicamente solos
dios y los hombres
irritantemente heroicos.


Simulando una sonrisa
recoge tu valija de fuego extinguido
tu valija de noche abandonada por sus fantasmas
juguete inolvidable
revelador del gran secreto
con los argumentos de la muerte se puede triunfar en la vida.



"El Gran vidrio" de Marcel Duchamp