martes, 6 de marzo de 2018

AVISTAMIENTO DE AVUTARDAS (XXVIII)


Recientemente la universidad de Glasgow ha publicado un estudio en el que se sugiere que la avutarda ingiere ciertos escarabajos que contienen potentes toxinas para drogarse y de esta manera parecer más interesante al sexo opuesto durante el periodo de apareamiento. Al parecer, la tendencia va en aumento entre las nuevas generaciones de aves que, ante el panorama sombrío generado en la meseta por la pertinaz sequía y la crisis económica, prefieren escapar a su miseria existencial evadiéndose por medio de la droga y el sexo. Además, el problema se ha acrecentado porque la comadreja, que se ha hecho con el monopolio del tráfico de estupefacientes en el páramo, ha constituido poderosas y violentas redes mafiosas.

El estudio se ha basado en el trabajo de campo del ornitólogo escocés Andrew McAllister, que, una vez dilapidó en alcohol el dinero del que le dotó la universidad, recurrió a ingerir el mismo tipo de escarabajos psicotrópicos con los que se atiborran las avutardas. “De ahí”, concluye en su estudio McAllister, “que en ciertas zonas del llano se utilice con frecuencia la frase hecha Fulanito se pone como las avutardas para criticar la falta de moderación de algunos lugareños en el uso de sustancias psicoactivas”. Después de todo, los meses de vida disoluta que pasó el ornitólogo escocés en la tierra de la avutarda no fueron tan baldíos.


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