viernes, 26 de enero de 2018

AVISTAMIENTOS DE AVUTARDAS (XX)



Al mismo programa televisivo sobre fenómenos paranormales donde aparecieron los hermanos siameses travestis abducidos por extraterrestres, el Dr. Kaufman y el individuo que aseguró ver a Elvis en unos grandes almacenes, acude un miembro de la congregación avutardiana para ser entrevistado. En realidad, se trata de una entrevista-trampa con un periodista experimentado dueño de un periódico de derechas, un individuo muy católico que espera dejar en ridículo al pobrecito sectario frente a la opinión pública. El veterano redactor pronto abre fuego con una pregunta que en realidad es una descalificación disfrazada de pregunta:

“¿Cómo es posible creer en algo tan absurdo como que Dios sea un pájaro?”

Sin apenas inmutarse por el tono de burla y la sonrisa de superioridad del periodista, el avutardiano le responde: 

“Y vosotros los cristianos  ¿no creéis en el espíritu santo? ¿Y qué es sino un pájaro el espíritu santo? ¿No es más absurdo que vuestro Dios sea un hombre y a la vez su propio padre y, para colmo, cuando le da la ventolera, se convierte en una paloma? Soy yo el que tendría que reírme de Vds.” 

El periodista, que no se esperaba tal contestación, se empieza a poner nervioso y echa mano de un argumento de emergencia, a saber, que la comparación no es válida porque no es lo mismo Cristo que una avutarda. 

Y el adorador de la avutarda contraargumenta de esta guisa:

“Su argumento es muy precario y fácil de desmontar. Claro que no es lo mismo, por eso es una comparación; si a una entidad no se la comparara con algo distinto a ella entonces tendríamos que compararla con algo igual a ella misma y por lo tanto no estaríamos ante una comparación sino ante una tautología. Señores periodistas: cómprense un manual de lógica básica y estudien un poco.”

El periodista, herido en su amor propio, se pone de todos los colores y asegura al avutardiano que le va a denunciar en un juzgado por ataque al sentimiento religioso. Por su parte el avutardiano le dice que él le denunciará por lo mismo pero ante un tribunal de la comarca secesionista de la avutarda porque no reconoce a la justicia del tiránico estado central como verdadera justicia.

Mientras los dos contertulios se amenazan con sendas denuncias, el público del programa, compuesto en su mayoría por miembros de una asociación folclórica para la preservación de la carraca procedente de una población serrana de menos de medio millar de habitantes, aplaude a rabiar.

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