viernes, 15 de febrero de 2013

CARTA CERRADA por Gérard Legrand

[Poeta, ensayista y crítico de cine francés, Gérard Legrand nació en París en 1927. En 1948 conoció a Breton y desde entonces participó en el movimiento surrealista. Colaboró muy activamente en  las revista surrealistas "Medium" y en "Le Surréalisme, méme". En 1958 fundó la revista "Bief", de la que fue director. En 1960 firmó el manifiesto de los 121c contra la guerra colonialista mantenida por Francia en Argelia.  También Colaboró con la revista de cine Positif a pàrtir de 1962. entre sus obras destacan Puissances du jazz (Arcanes, París, 1953) y Des pierres de mouvance (Edirions surréalistes, París, 1953). Murió en 1999.

Gérard Legrand, surrealista ignoto.

]


Los pensamientos estelares se deslizan por el río
En el más completo abandono
Uno con cabeza de mujer entre las manos de un hombre
Otro con las manos de un hombre a lo largo de muslos de mujer
El aquietarse nevado del aleteo de un búho
Se incorpora al temblor de las faldas oscuras que se escurren por las ondas de las piedras
El caramillo de los senderos desarrolla su cinta alternada de granza y de luna
Como los nombres de antiquísimos distritos
Los blancos manteles los niños rojos
Donde las damas de yeso que sonríen en la penumbra
Llevan en el cuello un corazón de madera patinada
Más pesado que si hubiera estado latiendo por siglos
Al unísono con el mar


El rumor de las cañas se volverá un día más persistente que nunca
Nunca retendrá la vida en un guante de silencio
Y la fuga del agua que mide el beso de una golondrina
No tendrá más soles que tus ojos
Pero qué quedará de tus ojos
Llena de lágrima llena de gracia
Quedará mi vida sumergida para siempre
Entre el manto de pirata de las selvas
Que tanto quisimos
Y la solemnidad de las arenas donde el rayo
No es sino su reflejo de nácar en mi cerebro
Cómo no tomaré de la mano sino la sombra más clara
Siempre aquella única que vendrá


En esta estación en que las libélulas van en parejas como saetas de luz
Una es el relámpago (toda una vida) de la razón
Finalmente ocupada en los verdaderos problemas
La otra su contrapeso totalmente rubio el amor
Desembocaré en la playa esencial
Conoceré el espacio cedido por el viento al esplendor de las anémonas
Que envuelve mi corazón
Como espuma que rodea los despojos muy lejos en el mar
Un río con el que sueño
Los pensamientos estelares flotan en ese río
Entre mil jaulas de hierba en las que el fuego canta y gira sobre sí mismo
De arena color de humo
A arena color de medias de mujer a arena color de carne
Mi sombra poseerá en conjunto una eternidad roja como el topo de la tempestad
La eternidad
Y esta brisa entre los sauces color de víbora y de espera
Donde la cólera de mis sienes descubrió su nombre


De Des pierres de mouvance

Eine kleine Nachtmusik (1943) de Dorothea Tanning