jueves, 17 de noviembre de 2011

LO ARCANGÉLICO (fragmento) por Georges Bataille


[Escritor y ensayista francés, nacido en Billom, Puy-de-Dôme. Estudia en la Ecole des Chartes, de París, donde se gradúa en 1922, y en la Escuela Superior de Estudios Hispánicos, de Madrid, a donde acude en 1923, le sirven para ganarse la vida como numismático en la Biblioteca Nacional de París, donde ingresa en 1924. Su contacto con la filosofía viene de las lecturas de Nietzsche, realizadas en 1923, y de Hegel en 1929. Su obra, preferentemente literaria - ensayos, suele decirse, que parecen novelas y que no llegan a serlo- entra en el terreno de la filosofía, en el ámbito propio de la corriente posestructuralista francesa, cuyo exponente principal es Derrida, y cuya preocupación central es investigar por qué se vincula la racionalidad con la palabra escrita, y poner en evidencia el trasfondo de irracionalidad que hay en esta creencia y la crítica total al concepto de sujeto. Su obra filosóficamente más importante la forman La experiencia interior (1943), El culpable (1944) y Sobre Nietzsche (1945), libros escritos durante la ocupación alemana, Suma ateológica I (1954), y Suma ateológica II (1961). Son particularmente interesantes sus escritos sobre estética y sobre erotismo. Fundó las revistas Documents (1929-1930) y Critique (1946) y la sociedad secreta Acéphale (1936-1939).

(Extraído de El poder de la palabra)]



Inmensidad criminal
agrietada vasija de la inmensidad
ruina sin límites

inmensidad que me abruma blanda
yo, blando
el universo es culpable

la locura alada mi locura
desgarra la inmensidad
y la inmensidad me desgarra

estoy solo
hombres ciegos leerán estas líneas
en interminables túneles

caigo en la inmensidad
que cae en sí misma
más negra que mi muerte

el sol es negro
la belleza de los seres es el fondo de las cuevas un grito
de la noche absoluta

lo que ama en la luz
el estremecimiento que la hiela
es el deseo de la noche

miento
y queda clavado el universo
en mis mentiras dementes

la intensidad
y yo
nos descubrimos uno a otro nuestras mentiras

la verdad muere
y el grito
que la verdad miente

mi cabeza azucarada
que agota la fiebre
es el suicidio de la verdad

el no-amor es la verdad
y todo miente en la ausencia del amor
nada existe que no mienta

comparado al no-amor
el amor es cobarde
y no ama

el amor es parodia del no-amor
parodia la verdad de la mentira
el universo un suicidio alegre

en el no-amor
la inmensidad cae dentro de sí
sin saber qué hacer

todo está en paz para otros
los mundos giran majestuosos
con monótona calma

está en mi el universo en sí mismo
ya nada de él me separa
me enfrento con él dentro de mí

en el calmo infinito
al que las leyes lo encadenan
se desliza hacia lo imposible inmensamente

horror
de un mundo que gira sobre su eje
el objetivo del deseo está más allá

la gloria del hombre consiste
por grande que sea
en desear otra

estoy
está conmigo el mundo
expulsado fuera de lo posible

no soy sino la risa
y la noche pueril
donde la inmensidad

soy el muerto
el ciego
la sombra sin aire

como los ríos en la mar
sin cesar ruido y luz
en mi se pierden

soy el padre
y la tumba del cielo

el exceso de tinieblas
es el fulgor de la estrella
el frío de la fosa un dado

la muerte echó los dados
y la profundidad de los cielos exulta
por la noche que sobre mí se desploma



El sueño del caballero de Antonio de Pereda