jueves, 14 de julio de 2011

CATORCE DE JULIO por Maurice Blanchard


["A Blanchard, la realidad le ofrece el material para su gran fiesta poética ("Es la fiesta y lo ignoráis" lleva por título uno de sus libros). Su poesía es una fiesta donde lo real se metamorfosea mediante imágenes que se desplazan imperceptiblemente según un mecanismo de sortilegio. La de Blanchard es, como ninguna, la poesía de la soledad que trata de romper sus murallas. Murallas de niebla que nos separan y nos aíslan y que se resquebrajan al conjuro de una poesía mágica. Alcanza esa embriaguez de luminosidad a la que aspira la lámpara nocturna de la poesía. Pero en Blanchard la poesía es también reveladora de los valores éticos; y entonces dice: "La vida sin esperanza es la más digna", y lo es en la medida en que la esperanza envuelve una impura idea de conquista. Blanchard entiende que es necesario amar la soledad para poder amar al hombre. En ese amargo principio ascético descansa toda su poesía."

Aldo Pellegrini, Introducción a la Antología de la poesía surrealista.

Datos biográficos del autor aquí.]



Cuando reconstruyamos la ciudad, elegiremos nuestras piedras. Sabremos elegirlas y encerraremos un ojo azul en cada piedra.

Encerraremos un cielo de junio en nuestras fronteras.

En los atardeceres de viento huracanado la voz de los prisioneros atravesaba la ciudad, los cantos de libertad atravesaban las bocas cerradas, y sobre cada piedra se erguía una serpiente, se erguía un guerrero, centella a merced del esplendor del viento.

Una Europa harapienta danzaba sobre las espadas. Un viento de acero segaba las mieses. En nuestras manos tendidas, espigas sangrantes, en nuestras manos en llamas sangraba el corazón de nuestras princesas.

Sangraba el sol de nuestros deseos, sangraban nuestros hocicos embadurnados, nuestros hocicos hundidos en los racimos palpitantes, sangraban nuestros rostros de hienas, nuestras garras y nuestras esperanzas arrancadas de sus pechos de porcelana.

De Les pelouses fendues d'Apbrodite


Piazza d'Italia de Giorgio De Chirico