miércoles, 20 de noviembre de 2024

LOS FANTASMAS DEL BLUES

 


Collage de Josep Renau


 
En la 42 oeste esquina
Con el gran boulevard del drugstore 24 hours open
Arcángeles flamígeros en Harley-Davidson
Circunvalan la escena del más reciente crimen
Que ha sacudido a Chinatown
Y patrullas policiales persiguen a homeless
Con arpones y cazamariposas
 

Un bluesman ciego -gafas oscuras & dientes de oro-
Desafía la prohibición NO BUSKING
Sacudiendo el polvo de su guitarra
Juglar del caos metropolitano
Y los junkies juegan a la ruleta rusa con asesinos en serie
Mientras las fulanas se pasean por el filo de la navaja
De los chulos de indumentaria hortera
En la medianoche degenerada
 

¿Dónde hay un Jack Kerouac que glose
La fantasmal transformación de las luces de neón?
¿Dónde un García Lorca
Que cante su pena flamenca junto a un coro de góspel?
Ya no hay un Allen Ginsberg que escriba
Haikus en los fumaderos de opio de Greenwich Village
Ningún trovador del Tin Pan Alley que evoque a Joe Hill
Solo quedan las ratas
Corriendo a coger el último ferry
Con destino a una ilusoria idea de progreso
Y los borrachos aullando a la luna
Como una jauría de perros de hoja de lata
 
 
Ciudad de zombis
El fentanilo fluye por los pulmones trasplantados
Del rusty belt
Esqueletos de factorías y vías férreas
Como serpientes electrocutadas
Dársenas borrachas de salitre y keroseno
Brújulas derretidas sobre las mesas de billar de los tugurios
Manadas de tornillos asilvestrados por las avenidas
Todo lo trituran las ruletas de los casinos que giran
Calle abajo atropellando cow boys
Fugados de un western en blanco y negro
Las puestas de sol se devalúan en una gran subasta
En la que pujan Buffalo Bill & Richard Nixon
Wall Street & Connie Island se intercambian papeles
Los brokers montan en la noria
Y los niños dakotas acribillados en Wounded Knee
Se tiznan la cara con las cenizas de la insignia nacional
Y declaran la guerra a la democracia televisada

 
La luna sobre el Capitolio silba un blues proletario
A la memoria de Sacco y Vanzetti


miércoles, 13 de noviembre de 2024

MAR DEL DÍA DE DIFUNTOS




Cercado por las ratas de la calamidad
Un mar que rumia vestigios de civilizaciones ahogadas en su propia codicia
Reparte las partituras del caos
Coros de niños destripados por las bombas de las democracias avanzadas 
Clarines que anuncian desastres financieros
Redobles de tambor de hambrunas planificadas
En algún despacho forrado de letras de cambio
Algarabías de élites en áticos de terciopelo
Endechas de arrabales sacudidos por la gota fría
Toda una escala de grises de acordes apocalípticos


Bajo un cielo anodino
Como una moqueta en la que han apagado cigarrillos
La lluvia sobre los mármoles rotos
De los cementerios marinos
Crepita como el llanto de un bebé estrangulado con alambre de espino
Mientras un tsunami de cadáveres de indigentes sin identificar 
Amenaza los frescos rococós de los palacetes 
De la plutocracia
Levantados en palmerales secretos
Allí el sol fisga por las balaustradas
Que se asoman al abismo de las desigualdades sociales
Allí complotan sombras que se prolongan hasta el infinito
Y pletóricas las alimañas malthusianas
Festejan el oscuro sino de la plebe
Con champán y sangre derramada en algún campo de batalla bajo cualquier excusa
A mayor gloria del índice Dow Jones


Todo lo registra un reportero de lengua de ofidio
En su cuaderno de cieno pestilente
Mañana el carnaval de pavesas que devasta el orbe
Será una crónica frívola para notarios con incontinencia urinaria
Las ciudades en ruinas aparecerán en las tarjetas postales
De los resorts para enfermos de gota
La guerra tecnológica devenida en espectáculo pirotécnico en Disneylandia
La existencia degenerada en un pasacalle de fake news
Y ya no quedará nada que reconforte al náufrago existencial
Salvo escuchar hipnotizado
El lento ulular del mar de noviembre