lunes, 30 de diciembre de 2013

ALGUIEN HIZO ESTALLAR EE.UU. por LeRoi Jones (Amiri Baraka)

[Leroy Jones, dramaturgo y poeta norteamericano, cambió su nombre por el de Imamu Ameer Baraka al convertirse a la religión musulmana en 1967 y en la década de 1970 por Amiri Baraka. Nació en octubre de 1934 en Newark, Nueva Jersey, fue además un activista político de los derechos de los afroamericanos en EE.UU. Al trasladarse a Nueva York hace amistad con varios poetas de la generación Beat, entre ellos Allen Ginsberg. En 1958, Baraka y su mujer, Hettie Cohen, fundaron la revista beat, Yugen. A principios de la década de 1960, Baraka empezó a distanciarse de los beats y de la cultura de los blancos y, en 1965, cuando fue asesinado el líder de los negros musulmanes, Malcolm X, Baraka rompía definitivamente con la cultura blanca radicalizando sus posiciones políticas, lo que incluso lo llevó a divorciarse de su esposa que era blanca, empezando a participar de grupos políticos asociados al nacionalismo negro estadounidense estableciéndose en Harlem, donde se dedicó a crear una cultura negra a través del arte. En los años 60, sus poemas, novelas, obras y ensayos impulsaron una ruptura de la literatura afroamericana de los temas integradores para centrarse en la propia experiencia de su raza. Fundó el Congress of African People (Congreso del Pueblo Africano) y en 1972 organizó el Black National Political Convention (Convención Política Nacional de los Negros). En 1974 abandonó el movimiento nacionalista negro y se hizo comunista. En 1983, después de dar clases en las universidades de Yale y Columbia, fue nombrado director del programa de estudios africanos de la Universidad del Estado de Nueva York. Publicó 14 libros de poesía, como Preface To A Twenty Volume Suicide Note; The Dead Lecturer; It's Nation Time; Spirit Reach; and Reggae or Not en los que se pueden leer versos incendiarios invitando a la sedición y a la destrucción de la sociedad y las instituciones que oprimieron y oprimen a su raza.


(Extraído del Blog Las letras Salvajes)]

LeRoi Jones, la voz negra de la Beat Generation




Ellos dicen que es un poco de terrorista,
algunos bárbara
Árabe,
en Afganistán
No era nuestros terroristas americanos
No fue el Klan o los jefes de la Piel
O el que les hace saltar nigger
Iglesias, o nos reencarna en corredor de la muerte
No fue Trent Lott
O David Duke o Giuliani
O Schundler, Helms retirarse

No era
La gonorrea en traje
Las enfermedades hoja blanca
Que han asesinado a personas de raza negra
Aterrorizados razón y la cordura
La mayor parte de la humanidad, ya que agrada

Dicen que (quien dice?)
¿Quién lo dice
¿Quién está pagando ellos
¿Quién dirá las mentiras
Quién disfrazada
¿Quién tenía los esclavos
¿Quién tiene el bux cabo los Bucks

¿Quién tiene la grasa de las plantaciones
Quién genocided indios
Trató de perder la nación Negro

¿Quién vive en Wall Street
La primera plantación
¿Quién cortó sus nueces apagado
Quién violar a su ma
Quién linchado su pa

¿Quién tiene el alquitrán, que tiene las plumas
¿Quién tenía el partido, que estableció los incendios
¿Quién mató y contrató
Que dicen que Dios & siendo el Diablo

Quién la mayor única
Quién más goodest
¿A quién se parece a Jesús

¿Quién creó todo
Quién el más inteligente
Quién el mayor
¿Quién los más ricos
¿Quién te dice feo y el goodlookingest

Quién definir el arte
Quién definir la ciencia

¿Quién hizo las bombas
¿Quién hizo las armas

¿Quién compró los esclavos, que les vendió

Quién usted los nombres llamada
¿Quién dice Dahmer no estaba loco

Quien? Quien? Quien?

¿Quién robó Puerto Rico
¿Quién robó las Indias, las Filipinas, Manhattan
Australia & Las Hébridas
Quién obligó opio en la China

¿Quién los propios edificios
¿Quién tiene el dinero
¿Quién crees que divertido
¿Quién te encerrado
¿Quién posee los papeles

Que era dueño del barco de esclavos

Que dirige el ejército

Quién presidente falsa
Quién gobernante
Quién el banquero

Quien? Quien? Quien?

Quién poseer la mina
Quién torcer su mente
¿Quién tiene el pan
¿Quién necesita la paz
Quién crees que necesita la guerra

Quién poseer el aceite
¿Quién no hacer trabajo
Propietaria del suelo
¿Quién no es un negro
¿Quién es tan grande que no hay nadie más grande

Quién poseer esta ciudad

Quién poseer el aire
Quién poseer el agua

¿Quién es dueño de su cuna
Quién robar y robar y engañar y asesinato
y hacer que las mentiras la verdad
¿Quién te llame zafio

¿Quién vive en la casa más grande
Quién hacer el mayor crimen
Quién ir de vacaciones en cualquier momento

¿Quién mató a la mayoría de los negros
¿Quién mató a la mayoría de los Judios
¿Quién mató a la mayoría de los italianos
¿Quién mató a la mayoría de los irlandeses
¿Quién mató a la mayoría de los africanos
¿Quién mató a la mayoría de los japoneses
¿Quién mató a la mayoría de los latinos

Quien? Quien? Quien?

Quién poseer el océano
Que poseen los aviones
Que poseen los centros comerciales
Quién propia televisión
Quién propia radio

Quién poseer lo que no se conoce aún a ser propiedad
Que poseen los propietarios que no son los verdaderos dueños

¿Quién posee los suburbios
Quien aspire las ciudades
¿Quién hace las leyes

¿Quién hizo el presidente Bush
¿Quién creen que la bandera confederada deben volar
Quién hablar de democracia y estar mintiendo

Quién la bestia en Apocalipsis
Quien 666
Quién sabe que deciden
Jesús crucificado obtener

Quién el diablo en el lado real
Que se enriquecieron del genocidio armenio

Quién el más grande terrorista
Quién cambiar la biblia
¿Quién mató a la mayoría de la gente
Quién hacer el mayor mal
¿Quién no se preocupe por la supervivencia

¿Quién tiene las colonias
¿Quién robó la mayoría de la tierra
Quién gobernará el mundo
¿Quién dicen que bueno, pero sólo lo hacen el mal
Quién el mayor verdugo

Quien? Quien? Quien?

Quién poseer el aceite
¿Quién quiere más petróleo
¿Quién te dijo lo que usted piensa que más tarde se entera de una mentira

Quien? Quien? Quien?

¿Quién encontró Bin Laden, tal vez Satanás
¿Quién paga la CIA,
¿Quién sabía que la bomba iba a golpe
Quién sabe por qué los terroristas
Aprendido a volar en Florida, San Diego

Quién sabe por qué Cinco israelíes estaba filmando la explosión
Y el agrietamiento que los lados de la idea

Quién necesita combustibles fósiles cuando el sol no está pasando’ en ninguna parte

¿Quién hará las tarjetas de crédito
Quién obtener el mayor recorte de impuestos
¿Quién salió de la Conferencia
Contra el Racismo
¿Quién mató a Malcolm, Kennedy & su hermano
¿Quién mató a Dr. King, ¿Quién querría tal cosa?
¿Están vinculados con el asesinato de Lincoln?

Quién invadido Grenada
¿Quién hizo el dinero de apartheid
Quién mantener los irlandeses una colonia
Quién derrocar Chile y Nicaragua después

¿Quién mató a David Sibeko, Chris Hani,
los mismos que mataron a Biko, Cabral,
Neruda, Allende, Che Guevara, Sandino,

¿Quién mató a Kabila, los que desperdician Lumumba, Mondlane,
Betty Shabazz, Los, Lady Di, Ralph Featherstone,
Poco Bobby

Quién encerrado Mandela, Tormenta, Geronimo,
Assata, Mumia, Garvey, Dashiell Hammett, Alfeo Hutton

¿Quién mató a Huey Newton, Fred Hampton,
Medgar Evers, Mikey Smith, Walter Rodney,
Fue los que trataron de envenenar a Fidel
Quién tratado de mantener los vietnamitas Oprimido

¿Quién puso precio a la cabeza de Lenin

¿Quién puso los Judios en hornos,
y que ayudó a que lo hagan
Quien dijo “America First”
y sean autorizados las estrellas amarillas

¿Quién mató a Rosa Luxemburgo, Esquina Lieb
¿Quién asesinó a los Rosenberg
Y toda la gente buena helado,
torturado, asesinado, desaparecido

¿Quién hizo rico de Argelia, Libia, Haití,
Corrí, Irak, Arabia, Kuwait, Líbano,
Siria, Egipto, Jordania, Palestina,

Quién cortó manos de la gente en el Congo
¿Quién inventó el sida
¿Quién puso los gérmenes
En los indios’ mantas
Quién ideó “El Camino de las Lágrimas”

¿Quién hizo estallar el Maine
& comenzó la Guerra española
¿Quién tiene Sharon de nuevo en el poder
Quién respaldado Batista, Hitler, Bilbao,
Chiang Kai Chek

¿Quién decidió Acción Afirmativa tuvo que ir
Reconstrucción, El New Deal,
La nueva frontera, La Gran Sociedad,

Que hacen trabajo Tom Ass Clarence
Quién doo doo salir de la boca del Colon
Quién sabe qué clase de Skeeza es un Condoleeza
¿Quién paga Connelly sea un negro de madera
¿Quién dará Premios del genio a Homo Locus
Subsidere

Quién derrocó a Nkrumah, Obispo,
Quién Robeson veneno,
que tratar de poner DuBois en la cárcel
Quién enmarcar Rap Jamil al Amin, Quién enmarcar los Rosenberg,
Garvey,
Los muchachos de Scottsboro,
El Diez de Hollywood

Quién establecer el incendio del Reichstag

¿Quién sabía que el World Trade Center se va a conseguir bombardeó
Quien dijo 4000 Trabajadores israelíes en las Torres Gemelas
Para quedarse en casa ese día
¿Por qué Sharon aléjate?

Quien? Quien? Quien?

Explosión del búho del periódico dicen
El verse cara diablo cd

Quién hacer dinero de la guerra
Quién hacer la masa del miedo y la mentira
¿Quién quiere que el mundo como lo es
Que quieren que el mundo sea gobernado por el imperialismo y nacional
la opresión y el terror violencia, y el hambre y la pobreza.

¿Quién es el gobernante del Infierno?
¿Quién es el más poderoso

A quién conoces alguna vez
Dios Seen?

Pero todo el mundo se ve
El Diablo

Al igual que un eventual estallido de búho
En tu vida en tu cerebro en su auto
Al igual que un búho que conocen el diablo
Toda la noche, todo el día si escuchas, Al igual que un búho
La explosión de un incendio. Escuchamos las preguntas se levantan
En terribles llamas como el silbato de un perro loco

Al igual que el vómito ácido del fuego del Infierno
¿Quién y Quién y la OMS que quien
Whoooo y Whooooooooooooooooooooo!



domingo, 29 de diciembre de 2013

AVE por Diane DiPrima

[Diane Di Prima nació en Brooklyn Nueva York en 1934 en el seno de una familia italo-americana. Su abuelo materno era un anarquista italiano que emigró a EE.UU. y fue colaborador de la también anarquista Emma Goldmann y Carlo Tresca, miembro de la IWW. Di Prima es de las pocas mujeres poetas adscritas a la Beat Generation. Se unió a los Beats finales de los 50 y principios de los 60 cuando vivía en Manhattan. Poco después se mudó a San Francisco y allí se convirtió en una figura puente entre los beats y los hippies, de hecho colaboró con el profeta del LSD Tim O'Leary y con los Diggers de San Francisco, artistas radicales que improvisaban teatro en la calle. El poema que se reproduce a continuación pertenece a su libro Loba.]



Diane Di Prima con otra rara avis
de la Beat Generation: Le Roi Jones


Oh hermanas perdidas de la luna
con la medialuna en el pelo y el mar bajo los pies deambulan
de azul velo, de hoja verde, de andrajoso chal deambulan
con la piel de oro y la cabellera en llamas deambulan
en la Avenida A, en Bleecker Street deambulan
en Rampart Street, en Fillmore Street deambulan
con tiara de flores, con enjoyado aliento deambulan

      huellas
           brillante madreperla
                                detrás
ojos de feldespato 
       y en ellos la luna creciente

con guantes, con sombrero, en harapos, con pieles, con cuentas
bajo la luna menguante, con el pelo suelto en la lluvia negra
aullando con perros vagabundos, silbando en los portales
sombras son, que caen sobre cruces y carreteras


a pie deambulan
escupiendo deambulan
musitando y llorando deambulan
viejas y hablando solas
con los ojos perdidos deambulan
listas para un amorío deambulan
llorando sus muertos.

                          desnudas caminan
                          envueltas en largas batas caminan
                          amortajadas caminan
                          para atrás caminan.
                         
                                                         hambrientas
                                                         hambrientas
                                                         hambrientas

                                                       chillar las oigo
                                                       cantar las oigo
                                                       maldecir las oigo
                                                       rezar las oigo

se acuestan con el unicornio
se acuestan con la cobra
se acuestan en el pasto seco
se acuestan con el Yeti
rozan las largas vergas de los sátiros con sus lenguas

     están armadas
     conducen carrozas 
     se alzan sobre mí
     son pequeñas
     se acurrucan en las laderas
     a resguardo del viento


preñadas deambulan
descalzas deambulan
golpeadas por borrachos deambulan

     matan en mesas de acero
     paren en camas negras
          el feto que arrancaron se endurece en la nieve
          y se alza como la luna nueva
          mientras gimen en sueños

desenterrando boniatos deambulan
pidiendo droga deambulan
jugando con pajaritos deambulan
picando piedra deambulan

recorro la larga noche buscándolas
trepo a la cresta de las olas buscándolas
duermo en la pradera, golpeo puertas de piedra
gritando sus nombres

son el coral
son el lapislázuli y la turquesa
su cerebro se enrosca como un caracol
danzan en las colinas

     mujer de dura esencia, tu giras
     bailas en los subterráneos
     te revuelcas en las viviendas
     y los niños chupan de tu pezón

Eres la colina, la forma y el color de la planicie
eres la carpa, la tienda de cuero, el hogan
la toga de búfalo, el quilt, el tejido afgano
eres el caldero y la estrella vespertina
te alzas sobre el mar y montas la oscuridad

Yo me muevo en tu interior, enciendo el fuego
hundo mi mano en ti y como de tu carne
eres mi imagen del espejo y mi hermana
desapareces como el humo en las colinas brumosas
me llevas a caballo por el bosque del sueño
gran madre gitana, apoyo mi cabeza en tu espalda

yo soy tú
y debo convertirme en ti
he sido tú
y debo convertirme en ti
soy siempre tú
y debo convertirme en ti

        ay-a
        ay-a ah
        ay-a
        ay-a ah ah
        maya ma maya ma 
        om estrella madre
        maya ma ah

Ilustración de Unica Zurn

miércoles, 18 de diciembre de 2013

EL ENCANTAMIENTO por Unica Zurn

[Unica Zürn o el espacio embarazado de mallas
Por Esther Peñas
cermi.es, 11/12/2012

Hay personas para las que un trauma, una humillación, una escena mal encarada siembra una filoxera en el alma de la que jamás se recuperan. Y el parásito, en forma de herida en la mente, herida de la que supura imágenes cíclicas y constantes, derriba personalidades únicas. Unica Zürn (Berlín, 1916, París, 1970) sabe de lo que se escribe.

Destacó por su poesía anagramática, en la que las palabras se transforman, se retuercen, se dislocan al permutar las letras de la serie. El ejemplo es un clásico: AMOR, ROMA, RAMO, ARMO, OMAR... Y tan poético como sus versos resultan esos dibujos insostenibles por lo impropio, oníricos, circulares, con un eco incesante de propuestas que van y vienen.

Sus dibujos. Tan del estilo de lo que se denomina ‘arte otro’ en la nomenclatura de Dubuffet, es decir, arte realizado por personas con enfermedad mental. Qué más da si son fruto o no de una de sus crisis de esquizofrenia. Importa lo que transmiten; importa la secuencia de lectura que despliegan; importa que son arte. Son dibujos cargados de ojos y de criaturas fantásticas, de rostros humanos o híbridos (mitad animal, mitad antropomorfo), de línea gruesa y con empaque que apenas si deja espacio al espacio, al que rellena con tupidas mallas y con ensortijadas líneas.

Gatos llameantes, lagartos con cabeza de lobo, lobos con testa de pájaro, peces con ojos de susto, serpientes bicéfalas, insectos melancólicos... Todo es posible, su papel es un inmenso Arca de Noé sin posibilidad de amenaza donde todo cobra la forma que improvisa el inconsciente. Como en una visión interior. Como en una revelación. Como en las profecías.

Pero Unica es mucho más que su poesía y sus trazos. Sus novelas, su reto a la vida, su desafío a sí misma, su modo de estar en el mundo. Y no arredrarse en él. Salvo que la carcoma del alma nos tumbe. Mantuvo un romance definitivo, que no formalizó, con el pintor y escultor Hans Bellmer, que creó aquella muñeca de tamaño natural con cuatro piernas y un solo torso para denunciar la obsesión nazi por la perfección física. Pero Bellmer, tan absorbido por su propuesta artística, no repara en la humillación que supone para Unica aparecer en la portada de una revista de moda, atada, amordazada por Bellmer. La idea de él traspasó la resistencia de ella. Una cesión que le costó su salud mental, frágil de origen.

Desde entonces, tal vez por verse metafóricamente descuartizada a los ojos de un mundo –entero- que la juzgo como despistada de moral, lisonjera y frívola, sufrió periódicas crisis esquizoides. Ya las tuvo antes, pero más espaciadas. Hasta que en 1970 no soportó la presión y se defenestró en su casa de París.

En España, Unica no es muy conocida, pero despertó la admiración y el respeto de artistas del surrealismo como André Breton, Man Ray, Hans Arp, Marcel Duchamp o Max Ernst. Sus obras se editaron en nuestro país tarde, demasiado tarde, aunque los dos títulos que le reportan un reconocimiento inmortal serían póstumos, ‘El hombre jazmín’ y ‘Primavera sombría’. Ambos recrean su estancia en dependencias psiquiátricas.

‘El hombre jazmín’ es especialmente tierno. Hermoso. Ese ser imaginario con casi tres metros de estatura y los ojos azules más bellos del mundo. “A los seis años, una noche un sueño la lleva al otro lado del espejo alto, con marco de caoba, que cuelga de la pared de su habitación. El espejo se convierte en una puerta abierta que ella cruza para salir a una larga avenida de álamos que conduce en línea recta a una casa pequeña. La puerta de la casa está abierta (...)  Aquella mañana la embarga una soledad inexplicable y entra en la habitación de su madre con el propósito-si ello fuera posible- de regresar por aquella cama al lugar del que ha venido, para no ver nada más. Entonces se le viene encima una montaña de carne tibia que alberga el espíritu impuro de aquella mujer, y la niña, despavorida, huye para siempre de su madre, de la mujer, ¡de la araña! Se siente profundamente herida. Y entonces aparece por primera vez la visión: ¡el hombre jazmín!”.

‘Primavera sombría’, en cambio, es un rito de iniciación abrupta, escarpada, desaforada, de voracidad por la vida, de querer masticar y deglutir e ingerir y emborracharse de vida y de todo cuanto esté en su principio activo: sexo, amor, amistad, uno mismo, familia, libertad, proyección, presente en apariencia eterno.

Y, sin embargo, como casi siempre, es aquí donde encontramos la pista, la huella de lo que sucederá años después, su vida truncada. El suicidio. “Ya está casi oscuro en la habitación. Sólo llega a la ventana el resplandor de una farola de la calle. Ya le es indiferente morir en suelo extraño o en su jardín. Se sube al alféizar, se sujeta con fuerza a la cuerda de la persiana y ve su oscura silueta en el espejo. Le parece encantadora y empieza a sentir compasión de sí misma. Se acabó, dice en voz baja, y antes de que sus pies se separen del alféizar, ya se siente muerta. Cae de cabeza y se desnuca. Su cuerpecito queda extrañamente doblado sobre la hierba. El primero que la encuentra es el perro. El animal mete la cabeza entre las piernas de la niña y empieza a lamer. En vista de que no se mueve, se tiende a su lado llorando suavemente”. Merece la pena leer el prólogo que a esta obra escribe Menchu Gutiérrez, tan en sintonía con la alemana.

Antes, mucho antes de estas obras, dejó su impronta en los guiones que pespuntó para UFA (sociedad de producción cinematográfica); antes, mucho antes, se divorció de un primer marido con el cual tuvo dos hijos, a los que trata a duras penas, como a extraños.

Unica era un ser delicado que aceptó –al menos, la verdad no hería tanto- el elemento perverso que la unía a Hans ("es mi destino el ser una eterna víctima", admitió). Estando su marido en silla de ruedas, ella decidió no vivir más. Él no pudo impedirlo. Como nada nos impide quedar asaetados por sus metáforas, cada vez que a ella se vuelve: esos seis pañuelos blancos de papel quemando en un recipiente, esa una máquina de coser planeando a un metro de su cabeza...

De Zürn, como en zurcido de tergal, resta decir que es un personaje raro. Raro a la manera que explicó Rubén Darío: “El común de los lectores acostumbrados a los azucarados jarabes de los poetitas sentimentales o solamente de gusto austero y que no aprecian sino la leche y el vino vigoroso de los autores clásicos vale más que no acerquen los labios a las ánforas curiosamente arabescas y gemadas de los cantos ya amorosos ya místicos ya desesperados de este poeta ya que en ellos está contenidos un violento licor que quema y disgusta a quien no está hecho a las fuertes drogas de cierta refinada y excepcional literatura modernísima. Se trata, pues, de un raro”]

Unica Zurn, una mujer que hacía honor a su nombre


La primera luz del amanecer entraba en el taller de sastrería por las ventanas sin cortinas. Los maniquíes parecían negros bultos sin forma.

La señorita Milli se sorprendió al encontrarse echada en el sofá sin el vestido. Al ir a extender la mano hacia la prenda, se asustó: no tenía brazos. 

Cuando la señorita Milli se miró los hombros y vio luego las negras siluetas de los maniquíes, sintió un hondo desconsuelo: estaba como ellos. 

Lentamente, a medida que crecía la luz, iban perfilándose las siluetas de los maniquíes. Pecho abombado, espalda erguida, caderas firmes y bien torneadas descansando sobre el pie. 

-Ya se ha dado cuenta –susurró el maniquí más grande, al que se probaban los fracs y las americanas.

-Mira, está asustada –dijo otro. 

-No te desesperes –la animó un tercero. 

-No te aflijas. ¡Nosotros estamos contigo! 

La señorita Milli escuchaba las voces tenues y amigas que sonaban en el taller y que salían de los maniquíes. 

Tenía frío. Le temblaban los hombros. Se quedó echada en el sofá, muy quieta, mirándose. 

-Lo sentimos mucho –dijo el maniquí más grande-. Menos mal que le ha dejado cabeza. 

La señorita Milli callaba; todo le parecía borroso, confuso. 

-Ahora que usted se parece a nosotros –empezó el maniquí grande, con voz aún más dulce y compasiva-, a pesar de que aún conserva la cabeza, ¿permite que le expliquemos lo ocurrido? 

La voz esperaba.

Entonces, en el interior de un maniquí empezó a sonar el leve tarareo de una tierna alborada. El cantor se balanceaba suavemente, y la dulce y lenta melodía sonaba como un suspiro. ¿Así que todos aquellos maniquíes, inmóviles y oscuros, que la señorita Milli conocía desde hacía años, tenían vida? ¿Estaban vivos, y ella no lo había notado hasta ahora, cuando compartía su suerte? La señorita Milli se levantó, fue a la ventana y miró afuera. Sin volverse, preguntó:

-¿Ha sido el oficial?

-Ah, ya se acuerda –dijo el maniquí más grande-. Sí; ha sido él, el canalla más bestial que hemos visto en nuestra vida, ese gordo pelirrojo.

-¿Qué me ha hecho? –a la señorita Milli le temblaba un poco la voz.

Ilustración de Unica Zurn

-Ayer el maestro sastre le dijo que se quedara a trabajar hasta más tarde –le recordaron los maniquíes.

Ella asintió.

-Sí. Tenía que coser la cola del vestido azul de madame Soré.

-Ya se habían ido todos –prosiguió el maniquí más grande-. Usted estaba sola, cosiendo. Cantaba una canción para distraerse. Entonces el oficial volvió.

-Fue uno de los más viles atropellos que hemos presenciado –terció en la conversación otro maniquí-. Se le acercó por detrás, la agarró por los brazos, la lanzó en ese sofá y...

-¿Y...? –preguntó la señorita Milli.

-¡Usted se defendió! Lo arañó bien. Y me parece que hasta le mordió en una oreja. Usted peleó, señorita Milli, peleó como una heroína, pero...

-¿Pero? –jadeó la señorita Milli.

-Él es muy fuerte, ¿comprende?, no había esperanza, nosotros nos volvimos hacia la pared, temblando de vergüenza, por no poder hacer nada.

-Pero mis brazos... –sollozó la señorita Milli con súbita desesperación-. ¿Qué ha sido de mis brazos?

-Él no consiguió nada, señorita Milli –dijo el maniquí grande con suavidad-. Usted conservó la cabeza, él luchaba y al fin dijo...

-¿Qué dijo? ¿Qué dijo, por Dios?

-Dijo –prosiguió el maniquí con voz dolorida-, dijo: "¡Pues serás como uno de éstos! ". Y nos señalaba a nosotros. "¡Sin brazos, sin piernas y sin... cara!"

La señorita Milli se volvió lentamente. 

-Sin... cara –susurró.

El maniquí grande, turbado, frotó el suelo con su pata de madera.

-Sí –murmuró-. Él...

-¿Qué? ¡Habla, por lo que más quieras!

Del cuerpo de los maniquíes salía un llanto suave que partía el corazón. 

-Nos da usted mucha pena –decían entre suspiros.

-Le ha borrado la cara –murmuró el maniquí masculino-. Ya no tiene cara. 

Lentamente, la señorita Milli se apartó de la ventana y fue hacia los maniquíes. La piel sonrosada de la mujer hacía un bello contraste con aquellos cuerpos negros. Al fin dijo:

-¿Entonces soy una de vosotros?

-Es un gran honor –dijo el maniquí masculino y, con movimientos rígidos, trató de hacer una reverencia.

-Siempre será la más hermosa. Aún tiene su pelo, su pelo suave de mujer. Y el contorno de su cara es bello y armonioso. Ah señorita Milli, es usted el maniquí más bonito que hemos visto en nuestra vida.

Las mejillas de la señorita Milli se ahuecaron en una sonrisa.

-Me quedaré entre vosotros.-¡Oh, qué alegría, señorita Milli! –exclamaron los maniquíes-. Haremos todo lo que podamos para que sea feliz.

Extraído del libro El trapecio del destino y otros cuentos. Editorial Siruela. Traducción: Ana María de la Fuente.