lunes, 7 de marzo de 2011

EL "ARTERRORISMO" AZOTA RUSIA


Extraído de El Mundo del 06/03/2011

El grupo artístico 'Voina' (Guerra) se ha vuelto a dar de morros con la policía. Esta vez de forma literal. El polémico colectivo, algunos de cuyos miembros son juzgados por gamberrismo, ha vuelto a la carga esta semana con un morreo indiscriminado de agentes de policía.

Decenas de activistas de 'Voina' bajaron al metro de Moscú con los labios a guisa de ariete para acosar a todas las mujeres vestidas de policías, que apenas tuvieron tiempo de decir esta boca es mía.

El vídeo, que ha sido colgado esta semana en internet, frisa ya el millón de visitas. Por una vez, en un 'acto terrorista' ('arterrorista', en este caso) no hubo clavos ni pernos: sólo besos de tornillo.

Nacido en 2007 con vocación guerrera, este grupo de artistas que es capaz de volcar coches de policía (con agentes dentro a ser posible) o de dibujar un pene de 65 metros en uno de los puentes levadizos de San Petersburgo, ha vuelto a la carga con sus 'besos de racimo' en el subterráneo.

La acción coincide con el arranque de la reforma que pretende humanizar a la policía, una profesión que tras la caída de la Unión Soviética se ha convertido en una de las más denostadas por la población por su connivencia con el mundo criminal.

'Arte actual, político y callejero'

Los activistas de 'Voina' son los 'kamikazes' del arte ruso contemporáneo. Su mentor, Alexei Plutsera-Sarno, acusado por las autoridades de organizar un grupo criminal, define las acciones de 'Voiná' como "arte contemporáneo actual, político y callejero". Dos de sus correligionarios, Oleg Vorotnikov y Leonid Nikolayev, fueron arrestados el pasado 10 de noviembre mientras dormían, y sobre ellos podría recaer una pena de hasta siete años de prisión por gamberrismo.

La acción del besuqueo masivo en el metro parece inspirada en la fotografía del grupo artístico 'Narices Azules', que en 2008 presentaba a dos policías gay besándose en un paisaje nevado entreverado de abedules. Titulada 'Besa a la basura', en referencia al inmundo apodo popular de la policía, su acción viene a ser una manera de conjurar a morreo limpio el mal humor de los policías rusos, siempre de morros. Pese a lo arriesgado de la maniobra subversiva (y subterránea), no se han registrado casos de narices moradas entre las activistas.

La ironía desconcertante de 'Voiná' conecta de lejos con esa ·actitud heroica de los que no se avienen a transigir· de la que hablaba Alfred Jarry, precursor del teatro surrealista.

Hace unos meses una activista del grupo sacó ("liberó", según sus protagonistas) un pollo congelado del supermercado insertado en su vagina. ¿Qué habría pensado Dalí de tamaña gansada? Una cosa parece clara. Y es que (pollos congelados al margen) a esta gente nada le pone la carne de gallina.